Soy tertuliana. No como esos que se gritan en Tele5, como
esos no. Soy tertuliana de las de tertulia literaria. Asisto a dos cada mes y
en mi afán de renovarse o morir bloguero, me cansa hacer y/o publicar siempre
lo mismo, pensé en la posibilidad de hablar cada mes de los dos libros que
leemos en mis lecturas conjuntas.
Así que dicho y hecho, aquí os traigo, me temo que elegí un
mal mes para empezar, los dos libros de tertulia de Enero.
Un grupo de padres y profesores del antiguo colegio de mis
hijos empezamos a leer juntos hace muchos años. Hoy solo quedamos mujeres, la
tertulia de mis chicas, y seguimos, más de 10 años después, juntándonos a
compartir lecturas. ¿Cómo elegimos? Por turno. Sin más, sencillo y eficaz.
El libro elegido para este mes fue La lista de mis deseos de
Grégoire Delacourt, traducido por Teresa Clavel. Un libro que se eligió
en principio para curar heridas de los dos íntimos leídos. Para mí este libro,
mal escrito desde su primera página, fue un horror. Personajes mal definidos,
trama imposible de creer, narrativa plagada de errores. Tal vez porque no
necesito curar las heridas que un libro me dura me hace.
Asisto también a la tertulia literaria de la Biblioteca
Municipal de Barbastro, guiada por Borja, nos trajo el libro El
arte de la fuga de Vicente Valero. Una lectura que gustó a todos. O a
casi todos. A mí personalmente no me acabó de convencer, pese a reconocerle el
valor literario de la misma, contiene el libro una prosa poética que lo hace
bonito.
Tres relatos cortos que nos guían por la locura de tres
grandes poetas, San Juan de la Cruz, Friedrich Hölderlin y Fernando Pessoa. Me encantó
la historia de Pessoa, su locura. Aun así, yo soy de prosa o de poesía, no leo cómoda
la prosa poética… me cansa, llega incluso a aburrirme tanto adorno literario.
Leer con otra gente me ayuda mucho a entender los libros, a
ampliar mi visión de los mismos, a profundizar en aspectos en mi lectura se
pueden pasar desapercibidos y sobre todo a que cada lector es diferente.
Para gustos, libros.
Nos enfrentaremos en febrero a la lectura de El
dios de las pequeñas cosas de Arundhati Roy y Los nombres de Fedosy Santaella.
Cómo ya leí a Fedosy cuando recibió el Premio Novela Corta Ciudad de Barbastro aprovecharé
para leer su obra El dedo de David Lynch.
Y tú, ¿asistes a alguna tertulia literaria?
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