Levanta
tu copa junto a mí. ¡Por tantas cosas que nos quedan por vivir!
Ahora, posa
la copa, no muy lejos, y abre un libro. «Señora de rojo sobre fondo gris».
Delibes. Ay, Delibes, qué sabe poner vida hasta en el suspiro.
Acompaño
esta lectura de un vino serio, Merlot-Merlot de ENATE, como la lectura que os
propongo. Ambos, caldo y palabras, dejan un final de boca muy persistente y nos brindan toques de tinta
china y cuero. Maridaje perfecto.
Un vino exuberante
para una obra exuberante.
Señora de rojo sobre fondo gris es,
para mí, la mejor obra de Miguel Delibes. La luz en la sombra. La claridad en
la niebla. Esta obra, que el autor dedica a su mujer, Ángeles De Castro, es
mucho más que un canto al amor. Es la exaltación, el fervor, el apego, la
adoración. Es el reconocimiento de un “yo sin ti soy la mitad”.
Un pintor que pierde la inspiración es
quien narra, en un emotivo monólogo, el inevitable avance de la enfermedad. Él,
amigo íntimo de la fatalidad, ella, abrazada al optimismo, y el cuadro que
muestra a una señora de rojo, ella, sobre fondo gris, pintado por otro, nos
marcan el camino para una de las obras más bonitas que puedes leer. La pasión
de Delibes al narrar los últimos días de su mujer te cautiva.
Miguel Delibes,
como nuestro Enate de hoy, nos presenta un amplio y complejo abanico
aromático en el que se combinan de forma armoniosa los recuerdos (de las frutas
rojas, las notas balsámicas y especiadas (eucalipto, clavo) junto con los
característicos aromas de orejones y los matices de cacao y torrefacción
aportados por la barrica).
Miguel
Delibes, como nuestro Enate de hoy, nos invita a poner una sonrisa en medio del
desaliento, a dejar caer lágrimas por la esperanza, a buscar el camino de
baldosas rojas, sobre fondo gris, que te lleva hacia la ilusión.
A través
de los recuerdos nos construye, con su buen hacer habitual, el retrato de una
mujer de personalidad incomparable. De menos a más, el calor del abrazo crece
poco a poco. Y el lector, que sabe desde el principio que la muerte es
inevitable, lee con la esperanza de una cura. Ay, Delibes, que sabe poner vida hasta
en el suspiro.
Dice el elaborador
del Enate Merlot que es un vino que derrocha exuberancia y que va directo a
los sentidos. La contundencia del nombre también va en consonancia con el
poderío que enseña en su paso por boca, y yo le robo sus palabras y os digo
que Señora de rojo sobre fondo gris es un libro que derrocha exuberancia y va
directo a los sentidos, dejando Miguel Delibes el poderío en boca de quien le
lee.
Cojamos
nuestras copas, alcémoslas y hagamos, todos juntos, un brindis por la esperanza.
Vistámonos de rojo para alegrar este fondo gris.
¡Va por ti!
2 comments:
Bonito comentario, Rita. Me encanta que tu última -o casi- entrada del año se la dediques a Delibes en el año de su centenario.
Delibes es alta literatura y sabe expresar sentimientos con una sinceridad apabullante. Hoy, entre los más jóvenes, parece no tener mucho gancho... ¡no saben ellos lo que se pierden! A mí, desde luego, me sigue gustando.
Feliz Año Nuevo, amiga
Es mi última entrada. Tenía que ser. A mí me gusta muchísimo y me gustaba de joven. Y este libro es delicia Pura. Feliz año, querido Juancarlos
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