Opinión de Él nido de la araña de María Frisa
El nido de la araña de María Frisa 

 


Hay dos cosas en esta novela, El nido de la araña de María Frisa, que me han sorprendido a lo grande. Una, la estructura de la novela, dos, el enorme homenaje que la escritora hace a Alfred Hitchcock. Del homenaje, perdonádmelo, no voy a hablar. Si te gusta su cine, lee este libro. Si disfrutas con sus películas, lee este libro. Si sientes curiosidad sobre cómo cine y literatura pueden fusionarse, lee este libro. 

De la estructura de la novela, en cambio,  sí puedo hablar. 

La estructura común de la tela de araña son hilos radiales conectados por una espiral de hilo, de esta forma se otorga cierta rigidez a la telaraña y puede funcionar muy bien como trampa. Y así es el nuevo libro de Maria Frisa (Ediciones B, 2020). Historias radiales conectadas por un hilo que, pese a la dificultad que supone, une todo creando una obra que actúa muy bien como trampa lectora. Te atrapa. Te agarra con tanta fuerza que no puedes salir de la trama.

La sinopsis es, curiosamente, hasta sencilla. ¿Hasta dónde llegaría una madre para proteger a su hija? 

A Katy, cuando toda su vida está a punto de desmoronarse, le ofrecen el trabajo de sus sueños. Y en ese mismo instante, con esa llamada, comienza su peor pesadilla. 

Desde la primera página el lector sucumbe a la narrativa inteligente de Frisa. Comienza fuerte la autora. Abres el libro y descubres el secuestro de Zoe, la hija de nuestra protagonista. Y ahí la pregunta: ¿Qué será capaz de hacer una madre por su hija?¿Qué harías tú?

Con esa premisa María construye, cuán araña, un thriller psicológico que causa en el lector, como las telarañas, al mismo tiempo repulsión por los hechos narrados y admiración por lo elaborado de su estructura. 

Y comienza el espectáculo. Idas y venidas en nítidos flashback. Un constante tira y afloja de que ni quieres ni puedes salir. Personajes cuidados y bien definidos tanto a nivel físico como psicológico que descorchan con suavidad tu empatía lectora. Escenarios, pocos pero descritos, que consiguen crear en tu mente una imagen perfecta de los mismos. De repente sientes que estás en una butaca de cine, con palomitas y Pepsi viendo a Larissa Samper, inspectora a la que conocimos en Cuídate de mí,  buscar, despacito y con buena letra, centro de la telaraña.  Esa es la magia Frisa. Que rinde homenaje marcándose un texto que es puro cine. 

Todo puede desencajar en un momento dado, pero no lo hace. Magia Frisa. Un cabo puede quedar suelto rompiendo la red, pero no lo hace. Magia Frisa. Un personaje se inventa alguna trampa para que fluya el guión, pero no lo hace. Magia Frisa. El final se puede precipitar perdiendo la consistencia de este nido de araña, pero no lo hace. Magia Frisa.

Maria Frisa, como araña de este tejido que ella ha creado, se acerca poco a poco al lector acechando, y tú, amante de las buenas lecturas, simple y llanamente te dejas devorar.