Cuando Isaac me preguntó que si quería participar en el Blog Book Tour de Cosas que escribí mientras se me enfriaba el café  no dudé. Nunca había hablado con él pero si había comprado su libro. Y al decir que sí llega la cercanía. Me he reído mucho en mis charlas con Isaac, no voy a mentir. Pero he aprendido a mirar las cosas que me rodean. A observar. Pachón de unos zapatos saca una historia y eso me encanta.
Invito a todos a leer este libro de relatos y acercarse al Mundo Pachón (lo vais a adorar). Leedlo y contadle.








Me gusta comenzar mis entrevistas con la misma pregunta… ¿Por qué eliges ser escritor? Jeje, yo elegí contar historias, lo de "escritor" son habladurías de la gente. Y elegí hacerlo porque descubrí que me hacía sentir bien y que era quizá la mejor manera de soltar toda la creatividad que me comía por dentro. Mucho antes lo hacía dibujando, pero escribir, imaginar, jugar con las palabras y con las historias es algo sensacional y que me llena mucho.

Cosas que escribí mientras se me enfriaba el café… ¿Te gusta el café frio?
Aunque muchos crean lo contrario... no. Es así, no me gusta el café frío. Yo siempre me preparo el café con leche calentito, lo que pasa es que no me doy cuenta mientras escribo, olvido la percepción del tiempo (y a veces del  espacio) y se me enfría. Luego me lo bebo, claro, pero no me gusta.

¿Cuántas veces te han hecho esa pregunta? (jajaja) ¿Contando esta vez o sin contarla? ¡Jajaja! Pues muchas, pero "me gusta que me hagan esta pregunta".

Publicas tu libro, lo distribuyes… te buscas la vida en este difícil mundo editorial. ¿Es tan complicado abrirse camino?
Lo es, de hecho no sé hasta dónde llegaré ni cuanto aguantaré este ritmo. Lo más complicado no es publicar, sino distribuir y ejercer de tu propio departamento de marketing y distribución. Si te relajas lo notas. Esto te obliga a estar a tope cada día y durante muchos meses. La economía no te permite hacer grandes anuncios publicitarios ni costearte reseñas y menciones en medios de comunicación. Con lo cual te toca trabajar desde abajo, intentar caer en gracia, que tu libro guste y confiar en la suerte.

Y, ¿estás contento con el resultado?
Mi Yo Guerrero dice que no, que no nos relajemos, que vayamos a por más. En cambio mi Yo Sabio (más calmado y cerebral) me dice que hay que valorar todas las cosas buenas: aquella reseña de Care Santos en El Cultural de EL MUNDO, las entrevistas en RNE, Cadena SER o Revista Qué Leer y disfrutar de este momento. Pero el  Yo Guerrero tiene un arma y sabe cómo usarla.

Me han gustado mucho tus relatos. En un mundo en el que prima la innovación tú me muestras lo cotidiano… ¿La vida nos regala inspiración para dar y tomar?
 Intento hablar de lo que sé. Y lo que mejor se me da es lo que tengo delante. En mis historias prima lo sencillo. En ocasiones nos empeñamos en buscar la magia en momentos increíbles, grandes viajes o anillos de diamantes de ciento cincuenta quilates, cuando si prestamos atención la magia está en las situaciones más cercanas: una mirada que lo dice todo, un silencio que grita con fuerza, un beso en los labios, pero a kilómetros de distancia... La vida es inspiración pura, la que se ve y la que está escondida para quien la quiera encontrar.

¿Es complicada la sencillez narrativa?
 En ocasiones sí, aunque no por norma general. A esta sencillez narrativa hay que darle un "algo" que la haga diferente de la sencillez que vivimos. Ponerte en la piel del lector y tratar un tema (ya sea el amor, el paso del tiempo o la muerte) como te gustaría leerlo. Me encanta cuando leo reseñas o recibo algún correo diciéndome que han vuelto a leer las historias porque en muchas de ellas cuando llegas al final todo da un giro. La leen de nuevo y la historia es totalmente diferente. Los distintos puntos de vista son muy traviesos en la literatura y en la vida.

Yo me sentaría contigo a dejar que se me enfriara un café... Como autor, ¿es importante estar cerca del lector?
Gracias, a mí también me gustaría. Si no estarlo, que no siempre es fácil por distancia, al menos sentirlo. He conocido a muchos lectores este último año y, la verdad, no tiene precio. Que nadie tenga reparos en contactar conmigo para darme su opinión, siempre procuro contestar en cuanto puedo y agradezco todos los comentarios y consejos.

Casi da la sensación que tu inspiración sean los objetos… ¿Hablan de nosotros las cosas que poseemos?
Sin duda. Hablan de nosotros las cosas y el uso que hacemos de ellas. Un reloj en la muñeca izquierda o en la derecha, ese reloj parado, miradas continúas al mismo reloj o por el contrario un reloj que pasa inadvertido. Mismo objeto, situaciones diferentes, pero con mucho significado. Y cito el reloj como un ejemplo, zapatos, camisas,... todo vale si el punto de vista es la vida de un objeto. Sí, sí, he dicho vida.

Cuéntame, cuéntanos, que proyectos tienes en tu mente. Ideas tengo muchas, tiempo, poco. Lo más a corto plazo que tengo en mente es algo muy poético y me atrevería a decir que íntimo, aunque no por ello basado en hechos reales. La inventiva tiene también su parte protagonista.

¿Autoeditarás esos proyectos o intentarás buscar apoyo editorial?
Si nada lo remedia, el próximo volverá a ser autoeditado.

Por último, ¿me invitas a un café?
Te invito si me prometes que dejarás enfriarlo, esta vez hablando de ti.



Acepto el reto, Pachón. ¿Aceptáis vosotros el reto de leerle? Os dejo el link con la reseña. Decidme que sí.