foto de familia Roy serie Succession

Succession

Me he picado, lo reconozco. Me he enganchado tanto a esta serie que aquí estoy, trayendo al blog una tragicomedia que no es un libro. Alguna relación guarda, si las has visto o nada que indagues un poquito en la red, veras que Shakespeare y Succession van de la mano. Sí, no le faltan motivos a quien une ambos nombres. Es Succession una lucha de poder, un desfile de tiranos y conspiradores. Tiene también algo de mitología griega, pues nos muestra un Cronos moderno, que comerse a sus hijos, así, de manera literal no, que estamos ya en el XXI y determinadas salvajadas están mal vistas. Comérselos, os decía, no, pero devorarlos…Eso ya es otro cantar. No le tiembla a Mr. Roy el pulso a la hora de marcar quién es quién en su empresa. Aunque de un zarpazo arañe cruelmente a uno de los suyos.

            La serie, como su título indica, es la lucha por la sucesión de Logan Roy, dueño de uno de los conglomerados mediáticos y de entretenimiento más fuertes del país. Son poderosos y extremadamente ricos. ¿O debí escribir asquerosamente ricos?

            Lo que empieza con cierto aire “Dinastía” se aleja cada capítulo del formato culebrón a través de unos diálogos tan crueles como inteligentes. Succession es un éxito por sus actores, tremendos cada uno en su papel, pero también por el fiel reflejo de una sociedad que desde tiempos de Shakespeare no evoluciona. 

            Cada uno de los componentes de la familia Roy recibe su parte del maltrato por parte de un padre rastrero que siente pánico en la cesión de un gramo de su poder, pero lejos de quedarse de brazos cruzados, cada uno de ellos lucha por golpear duro a quién tiene al lado. Sea su hermano, un trabajador intachable de la empresa o su propio padre.

            La evolución de los personajes a lo largo del metraje es inmensa, y en esto, literatura y audiovisual se unen. ¡Qué importante es crear personajes que capten al lector/espectador para que desee seguir enganchado a la trama!

            Y son esos personajes los que te guían en una apasionante lucha de poder que retrata y define muy bien al ser humano. Y no solo es cosa de ricos, es evidente que la serie pone el foco en ese 1% de la población que es excéntricamente rica, sino de los que aspiran a serlo. 

            Y entre ellos, protagonistas y secundarios, una nueva diosa que llega a mi pantalla para cautivarme: Sarah Snook en su papel de Siobhan Roy. La mujer, hija también del magante, que lucha por conseguir no sé si tanto su parte del pastel como la aprobación de su padre. Mujer en un mundo de hombres. Decidida, inteligente, fuerte y mucho más sensata que sus hermanos y, pese a todo eso, tiene que trabajar más. Debe esquivar balas que se acercan para fulminarla. ¿Llegará a conseguir la tan ansiada sucesión? No lo sé, pero sí sé que cada capitulo recapacito sobre lo que es ser mujer en un mundo de hombres y quiero seguir viendo para averiguar qué le depara el futuro a mi admirada Shiv. 

            Es la primera que os traigo la reseña de una serie, y quién sabe, quizá alterne a partir de ahora o tal vez no. Pero yo hoy no me iba yo a la cama sin compartir mi amor por Sucession. 

Serie de 3 temporadas, de momento, en HBO MAX.


Sara Snook como Shiv Roy