Lo que no cuentan los muertos

 

Hay veces que no sé, lo confieso, como empezar una reseña. Hoy es una de esas veces. ¿Empiezo contando el placer supremo que supone leer lo último de Inés Plana o mejor hablando de lo que supone ver tu nombre una y otra vez entre esas líneas? Siempre es una delicia leer a Inés Plana, empezaré por aquí, y más sabiendo que es su novela más ambiciosa. 

El secuestro de Rita Marí (sí, lo sé, Rita, ¿no es maravilloso?) es la excusa que utiliza esta vez Plana para dotar de vida a su elenco de personajes complejos, sufridores y a veces desambientados. Inés Plana utiliza la novela negra para transmitir al lector que el mundo es desasosiego. A veces se es feliz, otras no y otras, la mayoría hay un hilo de luz que nos muestra el camino de la esperanza. Y eso precisamente refleja “Lo que no cuentan los muertos”. Ese sí pero no, pero tal vez sí. Y eso, precisamente, es lo que me gusta de esta autora empeñada en superar, novela tras novela, su propio estilo pero siempre sin perder su identidad. La identidad de una autora luchadora, crítica y, sobre todas las cosas, buscadora de justicia. 

Por eso no todo es dulzura en las novelas de esta escritora que relata entre crímenes despiadados huecos de humanidad. Y es en esos huecos en los que a mí, como lectora, me gusta hurgar. Huecos que me muestran seres humanos. Huecos para observar la vida detenida desde el otro lado de la página. 

“Lo que no cuentan los muertos” es una obra madura, mucho más que las anteriores, en las que la autora vuelca todo el aprendizaje de las lecturas que bebe, las novelas negras más clásicas. Tresser, nuestro querido investigador preferido, evoluciona de manera espectacular con respecto a su primera aparición en “Morir no es lo que más duele” (Enlace a reseña) y eso honra, y mucho, a Plana. Esa capacidad de maduración de personajes. Ese hacerlos crecer como personas con el tiempo. 

Nos presenta Inés en esta tercera entrega de la saga, una novela negra en la que algo cambia dentro del estilo narrativo, la criminalística toma el poder del protagonismo. El proceso de investigación de este secuestro está minuciosamente documentado. Conocemos a Amanda, especialista en elaborar perfiles criminales y encargada en parte, en petit comité te lo cuento, de la evolución  de Tresser. De ella aprende y mucho, a lo largo de la trama. De ella aprendemos todos. Este personaje nos muestra nuevos aspectos de la investigación actual. Nos mete en el interrogatorio. Multiplica nuestra atención en la escena. 

Pero “Lo que no cuentan los muertos” es, como siempre en Inés Plana, mucho más que un secuestro, porque hay una y mil cosas que una investigación no puede contarnos. Y son actos que están ahí, a nuestro alrededor. Son los hechos que no cuentan los muertos. 

Os hablaba yo de un secuestro ficticio, algo chapucero… Pues la autora es más incisiva y nos recuerda horribles crímenes como el rapto de Anabel Segura, tan al azar y tan cruel al mismo tiempo. Y nos refleja no solo ese dolor por parte de las familias sino también el pensamiento frío y calculador de quienes planean todo. Cada personaje en esta obra enseña una faceta de la realidad, que tiene mil caras. Y en eso Inés Plana, pese a ofrecernos su obra mejor obra en cuanto a la forma narrativa es fiel a su “pongo el dedo en la llaga”.

Hay muchas historia dentro de este libro, todas ellas bien cerradas, bien narradas, bien hiladas. Todo un desfile de personajes con una vida detrás, con sus problemas, sus virtudes y sus defectos. Con sus aciertos y sus fallos.como nosotros, sin más. O sin menos.  E Inés nos acerca poco a poco a ellos. A la nueva vida de Tresser y Luba. A una Fanny descompuesta y rota. A Coira. A Rita Marí. A Eduardo Molaro. 

Por todo esto que os cuento supone siempre un placer leer a Inés Plana por la reflexión bajo la lectura, por el sufrimiento y porque en esta novela, he nadado tan profundo que he llegado a llorar. 

Y por si fuera poco me firma la obra con un Te quiero, amiga. ¿Qué más puedo pedir?

 

 

 

 

2 comments:

Inés dijo...

Gracias infinitas, Rita. Una reseña maravillosa. Inés Plana.

RitaPiedrafita dijo...

♥️♥️♥️