Más que una reseña esto son unos breves apuntes a la lectura
de La mujer justa de Sándor Màrai. Si tuviese que valorar esta obra con estrellas,
al más puro estilo Goodreads, le daría tres y pese a eso recomiendo leerlo. Por algo será.
Es curioso. Recomiendo un libro de 3 estrellas. Pensándolo
bien no es la primera vez. Es más, tras
intercambiar opiniones sobre este libro quizá su puntuación sea un cuatro… No
sé.
Te voy a explicar el porqué. Creo de corazón que La mujer
justa es una gran novela, pero algo en su trama no me encaja. Ha habido
escenas, o tal vez solo sea el último
monólogo, que no me ha parecido del todo creíble, veo algún fallo en lo que nos
cuenta, ojo, lectores, que no falla en cómo nos lo cuenta, sino en qué me
quiere contar. Pero pese a eso, y a mi insistente manía de leer con lápiz y papel,
creo que, pretendiendo ser justa, este
libro es MUY BONITO.
Sándor Màrai divide su obra en tres monólogos. Cada uno de
los narradores pertenece a una clase social diferente, baja, media, alta. Y esa
estructura, que en principio puede asombrar, a mí me encantan las historias
narradas en primera persona, se ha convertido, para mí en el único "pero"
de la obra.
Me descuadra la parte final de la trama, algo no me encaja con
el relato de Judith, la encargada de decirnos que se siente desde la pobreza,
desde una clase social desfavorecida, y no me encaja hasta el punto de
"estropearme" el conjunto, que hasta ese momento era de aprobado muy
alto, quizá notable.
Foto de la escenificación de La mujer justa |
Cierro el libro, levemente decepcionada, y recapacito. Màrai
hace que el lector reflexione sobre las clases sociales, mejor dicho, sobre las
injustas diferencias entre clases sociales, sobre la cultura, (te vas a cansar,
querido lector de subrayar y subrayar frases
que te hablan de libros y de lecturas), sobre la política o sobre la guerra.
Y subrayas porque su lenguaje es cuidado y con un ritmo
sorprendente. Adaptado en las dos primeras partes a la perfección. A la abnegada
esposa, a el pragmático esposo... Debo añadir, una vez más, que no es así, para
mí, en la tercera parte.
Su prosa es bonita, preciosa diría. Un libro que te gusta
leer, que saboreas, que disfrutas. Novela que no devoras. La ingieres
lentamente.
Y es que este libro es pausado de principio a fin, lento. Te
obliga a avanzar despacio, deteniéndote en cada frase, en cada párrafo. Solo
por eso hay que leerlo.
¿Quieres leer la mujer justa?
Analizas preciosas reflexiones que huyen de la cursilería y
del tono rosa que se suele dar al amor, y eso, yo, personalmente, lo agradezco.
Porque es también un cuento sobre el amor visto desde
diferentes puntos de vista. ¿Qué es amor? Sándor Màrai parece decirnos que amor
es muchas cosas y todas ellas son válidas.
Pese a algún "pero", ¡qué libro no lo tiene!, regalaré
esta Navidad "La mujer justa"
Para que alguien disfrute leyéndola. Eso sí, como dice la canción,
despacito…
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