Fotografia de Daniela Dentel |
He hablado muchas veces de seebook y a la hora de elegir entrevista para la Semana del Audiolibro tenía que ser Rosa. Tenía que ser ella por ser el motor de esta semana intensa que blogueros, librería, editoriales y empresas estamos viviendo con pasión… Pero también tenía que ser Rosa porque se vuelca en cada colaboración, y junto a Helena, hacen que sea muy fácil crear contenidos sobre la lectura digital.No tengo que hablar mucho de ella. Su entrevista deja ver su entusiasmo por unir literatura y tecnología, pero también nos muestra una persona que sabe, y mucho, delo que habla. Leed a Rosa. Disfrutad de ella como yo lo he hecho.
Eres fundadora de Seebook… ¿Qué es Seebook?
Seebook es la marca comercial de
nuestra empresa, que se llama “Digital Tangible” porque con ella nos hemos
propuesto hacer tangible lo digital.
Los Seebook son unas tarjetas en forma de díptico, en el tamaño de un libro de
bolsillo, cuyos códigos interiores permiten acceder a un ebook o a un
audiolibro sin necesidad de darse de
alta en ningún lado ni de registrarse. Gracias a esa “tangibilización”, los libros digitales pueden comprarse en
nuestras casi 200 librerías, o envolverse para regalo, coleccionarse, ser
firmados por su autor…
Digital y tangible… ¿Cómo surge la idea?
Siempre he pensado que hay una
extraña brecha aparentemente insalvable entre el mundo físico de nuestra
realidad cotidiana y el mundo online. Tanto un en su versión de papel como en
su versión digital, un libro
representa meses o años de trabajo por parte del autor que hay
detrás. Siendo así, ¿por qué ambos formatos son
percibidos de un modo tan diferente?
Por algún motivo, los libros de papel se consideran algo codiciable,
mientras que un ebook parece una rémora del primero por el que nadie está
dispuesto a pagar gran cosa. Quizá esa percepción cambiaría si el público fuera
consciente de que, de los 20,- euros que aceptan pagar por un libro de papel,
sólo unos 3 ó 4 responden al coste de papel e impresión, es decir, esa parte
tangible que tanto valoran. Desde ese
punto de vista, es absurdo que a todo el mundo le parezca caro pagar 6,- euros
por un ebook.
Pero me estoy yendo por las
ramas: la idea de hacer tangible --y, de este modo, poner también en valor—los
contenidos digitales surgió de mi propia experiencia como autora. En cuanto
tuve publicado mi primer ebook, vi que no podía firmarlo en presentaciones ni
regalárselo a nadie con un lazo. Consulté con quien ahora es nuestro socio
tecnológico si eso se podía remediar a través de códigos y de una superficie
tangible y, antes de tener tiempo de pensármelo demasiado, los tres socios ya
estábamos firmando la constitución de la empresa.
Renovarse o morir parece ser vuestro lema, y ahora lanzáis al mercado
también audio libros. ¿Por qué audiolibros?
En parte por supervivencia: la
caída a la baja de los precios de los ebooks en estos últimos años estaba
haciendo peligrar comercialmente nuestra propuesta. Por otro lado, el
audiolibro permitía incluso mejorar la usabilidad de nuestras tarjetas con
respecto a nuestros ebooks: el lema de nuestros audiolibros es “de la tarjeta
directo al móvil”, ya que sin necesidad de registrarte en ningún lado ni de
bajarte ninguna app, podíamos ofrecer la posibilidad de un acceso directo
mediante streaming. ¡Nada más salir de
la librería ya puedes ir por la calle escuchando nuestro audiolibro!
Los libreros también han agradecido
esta nueva propuesta. Hasta ahora las ventas de audiolibros en España se
producían únicamente en plataformas
online, así que las librerías quedaban totalmente fuera de juego.
Y, por último, el mercado del
audiolibro está experimentando un crecimiento tremendo en otros países.
En definitiva, se acumulaban
muchos puntos a favor del audiolibro.
Estamos todos sumergidos en la I SEMANA DEL AUDIOLIBRO. ¿Qué aporta el
formato de audiolibro a la lectura?
En una época como la nuestra, en
la que mil cosas compiten por nuestra atención y por nuestro tiempo libre, la
lectura tradicional está perdiendo espacio. El audiolibro permite abrir una
nueva ventana de nuestro tiempo a los libros: cuando conducimos, hacemos
limpieza, salimos a pasear o a correr, estamos tumbados en la playa… En cierto
modo, el audiolibro supone la
prolongación de la lectura.
Escuchar un libro, ¿es leer?
Sí y no. El contenido es el
mismo, pero llega a ti de una manera pasiva y sin necesidad de emplear la
vista. Pero a los talibanes de “yo nunca
jamás escucharía un libro” les recordaría que la literatura comenzó así:
escuchando a un orador privilegiado en torno a una hoguera. A homero no lo
leían, sino que lo escuchaban. Y los monjes medievales leían en voz alta en las
bibliotecas, aunque estuvieran solos. Y la generación de nuestros bisabuelos
aprendían largos poemas de memoria para poder recitarlos. La oralidad ha
acompañado siempre a la literatura. La lectura silenciosa de un texto impreso
fue una invención tecnológica
históricamente reciente. En
cierto modo, un audiolibro bien locutado puede devolvernos a esas experiencia
primigenia de escuchar una hisotira fascinante con los ojos cerrados, como
cuando nos contaban un cuento para dormir.
Audiolibros narrados, teatralizados e incluso ilustrados. ¿Se crearán
más formas de escuchar un libro?
Posiblemente sí. Quizá los
próximos libros se lean en un entorno de realidad virtual, ¿quién sabe? Pero
creo que hay una tendencia encaminada a alejar la literatura de la palabra escrita
para reinventarla desde el terreno de lo audiovisual.
¿Se apuntan las grandes editoriales al formato propuesto o de momento
se hacen de rogar?
Bufff… Se hacen de rogar, desde
luego. ¡Como en tantas otras innovaciones!
De momento la única excepción es Penguin Random House, que ha decidido
apostar fuerte por este formato. Afortunadamente también han surgido otras
audio-editoriales que nacieron de entrada con la intención de producir
únicamente audiolibros, como Audiomol, Literaudio, Sonolibro, Edelae, Booka,
Escuela de Saber…
No me extrañaría que pronto la
ruptura llegara a través de los autores independientes. En el mundo anglosajón
los indies hace tiempo que batallan para ofrecer sus libros también en el
formato audiolibro y sin ninguna editorial ni productora de por medio.
El papel de las redes sociales, ¿Son fundamentales hoy en día para contarle al mundo lo que
estamos haciendo?
Sí, pero con reservas. Me da la
sensación de que cada vez lo son menos. Al menos las “clásicas”. Twitter ha llegado
a un punto en el que contiene mucho más ruido que conversación, y Facebook, a
pesar de todos nuestros esfuerzos en la cuenta de Seebook, sólo alcanza
audiencia si pagas. Imagino que en esto
de las redes sociales también hay que renovarse o morir e ir persiguiendo
siempre a las más innovadoras, que al estar más interesadas en captar a nuevos
usuarios que en contentar a sus inversores ofrecen un alcance mayor a tus
publicaciones. En Seebook estamos evaluando nuevos caminos para llegar a
nuestra audiencia. Dicho esto, lo que posiblemente nadie se pueda permitir es
ignorar esos canales. (Cuña publicitaria: ¡seguidnos!)
Habéis movilizado a mucha gente organizando la Semana del Audiolibro.
¿Es necesario dar el empujón definitivo?
Nosotros somos unos recién llegados
a este mundo del audiolibro, pero al ponerme a explorar lo que se había hecho hasta
ahora me ha sorprendido lo poco que se ha movido en España en términos de
marketing y de contenidos para dar a
conocer el audiolibro como modalidad de lectura. Hay un campo abierto enorme y
muchísimo por hacer. Ante este contexto, es lógico que la iniciativa de la
Primera Semana del Audiolibro en Español
haya sido bien recibida por los
distintos actores de esta incipiente industria. La Semana del Audiolibro (#AL2016)
nos ha permitido poner la simiente de una crítica profesionalizada de
audiolibros, es decir, una crítica que no sólo considere el texto de partida,
sino también la calidad de la locución y de la producción. Eso es algo habitual
en otros países, pero en nuestra lengua era absolutamente inexistente. Tenemos
intención de darle continuidad más allá de la Semana y ya hemos contactado a un
par de medios muy interesados en tener una sección propia de reseñas de
audiolibros. Creo que eso ayudará a mucho a este formato y también animará a
las productoras y audio-editoriales a mejorar aún más la calidad de sus
producciones.
Aprovecho, por cierto, para darte
las gracias, ya que tú formas parte de este nuevo movimiento. ;)
Por último Rosa, convéncenos de leer con los oídos.
Te describiré un escenario:
Vacaciones. Estás tumbada en la
playa. Levantar la cabeza para leer te resulta incómodo: necesitas gafas de
sol, el libro te pesa, te duele la nuca… Así que te pones cómoda, cierras los
ojos y apagas los gritos de los niños, las voces de los vendedores de cerveza y
la música tecno del pesado de al lado poniéndote auriculares y dejando que un
actor profesional con una voz sexy y maravillosa te susurre a los oídos esa novela que llevabas todo el
invierno deseando leer. ¿Necesitas algo más?
No necesito más, Rosa, me has convencido. Gracias por una entrevista maravillosa.
2 comments:
Maravillosa entrevista, deseando aún más que me llegue mi audiolibro. Os contaré la experiencia.
Mil gracias, una iniciativa genial. Mi madre ha perdido mucha visión, por muy grande que le pongo las letras en el ebook ya no puede y creo que esto marcará un antes y un después para las personas con dificultades visuales.
Para mí, me lo pido para cuando me doy mis caminatas por las tardes, sería genial ir audio leyendo uno de mis libros favoritos o como bien dice Rosa, ese que llevo todo el invierno pensando leer.
Suerte en esta andadura...
Estoy de acuerdo Eli. Aunque realmente la tecnología avanza mucho los lectores con baja visión tiene una gran oportunidad en el AudioLibro. Las ayudas de baja visión no son asequibles para todos los bolsillos ni les permite estar mucho tiempo leyendo.
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