“Tiempo presente y tiempo pasado

se hallan, tal vez, presentes en el tiempo futuro,

y el futuro incluido en el tiempo pasado.”


T. S. ELIOT

 

Leer no te hace más culto. Los que me seguís en mis redes sociales ya conocéis mi discurso, leer te aporta muchas cosas, pero no necesariamente cultura. Salvo aquellas excepciones que confirman toda regla. Y una de esas benditas excepciones es leer a Irene Vallejo. 

Admiración profunda, así os lo digo,  hacia esta autora que arriesga trayendo de vuelta a casa el más clásico de los mundos literarios. 

Había leído ya “El silbido del arquero” y sentí miedo de reseñarlo. Es difícil hablar de alguien que conoce tan profundamente la lengua, la literatura y la mitología. Una se siente, sin serlo,  un pobre ignorante a su lado. Porque Irene es la cultura hecha persona. 

Tras esta segunda lectura de su libro reconozco que me parecía injusto no escribir unas líneas sobre el, así que aquí estoy, intentándolo. 

¿Dijo alguien que leer era de cobardes?

El silbido del arquero, espero no equivocarme y si lo hago lo corregiré, narra en prosa lo que Virgilio hizo en verso, el libro IV de “La Eneida” contando la historia, con alguna maravillosa licencia de la autora, de la estancia de Eneas en Cartago tras huir de Troya. Elisa, reina de Cartago sucumbe al troyano, con la divertida e intencionada ayuda de Eros,  y empieza a desear una vida en común fundando una nueva ciudad entre ambos, lo que desata una inestabilidad política que Vallejo cuenta con tanto afinamiento que el lector se engancha como si de una novela negra se tratase. 

Pero no es novela negra, que podría serlo, ni novela histórica, que también podría serlo, por supuesto… Es cultura. Irene Vallejo deposita en la palma de la mano del lector su amplio bagaje cultural sin pedir nada a cambio, salvo lo que pide todo escritor, ser leído. 

Un libro lleno de sabiduría, mitos, guiños y alguna conspiración que hacen que sea casi de lectura obligada par aquellos que siempre queremos más. 

Lees esta Eneida de Vallejo y sales del libro para indagar en sus personajes, en la época y, sobre todo, en los dioses que mueven los hilos de la humanidad. 

Lees esta Eneida de Vallejo y te metes en la piel de un Virgilio atormentado que te narra en primera persona cómo se enfrenta a la escritura de su epopeya. 

Lees esta Eneida de Vallejo y entiendes que leer es aprender y que debes, ante todo, seguir leyendo.

Es difícil reseñar a una autora cuya magia con las palabras hace que la mitología se acerque a ti de tal manera que acabas leyendo una apasionante historia de amor, de tradición y desengaños. Es difícil. Pero también sería injusto dejar de hablar de una obra porque sentimos que nos supera. ¡Ojalá nos superaran muchísimas más obras literarias! 

¿Qué puedo decir? Que no te asuste aprender leyendo. Nunca. Pero sobre todo te digo, acércate a la obra de Irene Vallejo, sin duda saldrás contento de haberlo hecho. 

Tan feliz fui yo al descubrirla que aquí dejo, porque más vale que sobre, ya se sabe, una mini reseña de su último libro. 

“El futuro recordado” está formado por una inmejorable selección de textos de la autora, cada uno de ellos una pequeña vía de aprendizaje. Y es que Irene Vallejo relaciona lo moderno con lo clásico con asombrosa naturalidad. Desde el enorme acierto del título hasta el contenido pasando por la cuidada edición de Editorial Contraseña, todo en este volumen te recuerda que nuestro futuro ya pasó y que el presente nos los contaron siglos atrás. 

Imprescindible Irene Vallejo, la dama de la moderna literatura clásica. 

Gracias Irene, ¡me debes un paquetito de post-it!

 

«Ni el mismo Argos, con sus cien pares de ojos, ha visto nada parecido. ¡Qué mentiras tan entretenidas! A los dioses nos provoca risa, y a la vez nos fascina, escuchar cómo relatan los mortales sus propias vidas. Casi sin querer, la fantasía empieza a rellenar los huecos que abren los remordimientos y el olvido. Y así, los recuerdos de los humanos pueden ser totalmente imaginarios pero nunca totalmente verdaderos.»

 

 

 

 

2 comments:

Juan C. dijo...

Gracias. Lo leeré

RitaPiedrafita dijo...

Juan, es la segunda vez que lo leo y merece la pena. Pero mucho.