LOS PAPELES DE ASPERN-HENRY JAMES. 

Sutilidad a la hora de narrar… Tal vez es la mejor forma que encuentro para definir mi última lectura.

Fue Henry James un maestro de la pluma, eso nadie lo duda. Lo que no sabemos, pero intuimos a través del comportamiento de sus personajes, es que debió ser un defensor de los buenos modales. No cabe error. No. Porque el editor obsesionado por el poeta que nos narra esta historia, pese a su comportamiento cuestionable, jamás pierde la compostura. Y eso, a mí como lectora, me sorprende.

Me sorprende también el escenario prácticamente único de una casa grande venida a menos, casi parece que hablemos de teatro, y tan solo tres personajes, las dos señoritas Bordereau y el editor de nombre omitido que hace de narrador y que busca conseguir, a cualquier precio, los papeles que el poeta dio a su musa. Pulula en las primeras páginas la señora Prest, amiga del editor, que confabula con él, pero desaparece de escena rápidamente.   

Y llegamos a los diálogos, una nueva sorpresa en este pequeño libro. Son los diálogos la clave narrativa, ya que James nos dibuja psicológicamente a sus personajes a través de las conversaciones que mantienen, dejando ver no solo el carácter de los mismos, sino también sus intenciones. Las intenciones de cada uno de ellos.  

Añádele una descripción corta, a trazo ligero pero preciso, de la época, la sociedad del momento o la decadencia de una familia y una casa, y tienes los ingredientes de una novela corta que roza la perfección. Y tanto la roza que es el lector quien decide qué ha pasado. Porque es este un relato abierto donde tú tienes la última palabra.


Mi ejemplar pertenece a la colección Los Ineludibles de Navona Editorial… Y de nuevo, gran acierto. Es ineludible.