Fragmentos del libro Juntos nada más
Fotograma adaptación al cine de la obra Juntos nada más 


 «Pero déjame decirte un par de cosas antes de desearte buen viaje: la primera tiene que ver con los intelectuales, justamente... Es muy fácil descojonarse de ellos... Sí, es fácil que te cagas... Muchas veces no son muy cachas y además no les gusta meterse con nadie... No les emocionan las demostraciones de fuerza, ni las medallas, ni los cochazos, así que sí, es muy fácil... Basta con arrebatarles el libro de las manos, la guitarra, la pluma o la cámara de fotos, y ya no dan pie con bola, los muy gilipollas... De hecho, es la primera cosa que suelen hacer los dictadores: romper gafas, quemar libros o prohibir conciertos, no les sale caro, y les puede evitar más de un problema más adelante... Pero déjame que te diga que si ser intelectual significa que a uno le guste aprender, ser curioso, atento, admirar, emocionarse, tratar de comprender cómo funcionan las cosas e intentar irse a la cama un poco menos tonto que la víspera, entonces sí, reivindico mi condición totalmente: no sólo soy una intelectual, sino que además estoy orgullosa de serlo... Súper orgullosa incluso...»

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«Pero él, por muy frágil y chalado que estuviera, él sí creía en sí mismo... Bueno... por lo menos eso dice, que tiene fe, que es fuerte y... La primera vez que me lo leí, de un tirón casi, no entendí el trozo que viene en cursiva, al final del libro... Lo volvió a abrir:

Carta que Vincent Van Gogh llevaba encima el 29 de julio de 1890... Sólo al día siguiente, o al otro, entendí que el muy idiota se había suicidado, cuando me leí el prólogo. Entendí que esa carta no la había enviado y... joder, me dio una cosa que no veas, tía... Todo lo que dice sobre su cuerpo, yo también lo siento. Todo su sufrimiento, no son sólo palabras, ¿entiendes? Es... o sea, yo... me trae al pairo su trabajo... Bueno, no es que me traiga al pairo, pero no es eso lo que yo he leído. Lo que yo he leído es que si no eres como los demás, si no consigues ser lo que otros esperan de ti, entonces lo pasas mal. Sufres como un perro y al final, la palmas. Pues no, hala. Yo no me pienso morir. “Por amistad hacia él, por fraternidad, no voy a morirme... No me da la gana.»


Me lo cuenta Anna Gavalda en Juntos nada más