Me gustan muchos los libros que hablan de libros, metaliteratura lo llaman ahora, aunque a mí personalmente no me gusta nada esa palabra. A mí me gusta hablar de libros que me llevan a leer a otros autores. Libros que me guían hacia otros libros. Y eso pasa en Las mentiras inexactas, un libro de un “cuentista” excelente, Justo Sotelo.
Cada viernes tomo café con su Cuento de los otros, y en la lectura, casi como en la vida, siempre
hay que dar un paso firme hacia adelante. Y ese paso desembocaba en una novela.
¿Cómo elegí qué novela de Justo Sotelo leer? Sinceramente: Por el título.
Las mentiras
inexactas es un título sugerente que antes de empezar a leer ya me indica
que voy a entrar en un mundo donde la ficción se nutre de ficción. Y no engaña…
Entro en un mundo, la librería de la plaza Santa Ana, donde realidad y ficción se
mezclan, sin acabar una donde empieza la otra.
Entro en el pequeño gran mundo de una novela de autores y personajes, una galería de la que el propio autor forma parte. Digo
que es novela de autores porque
Borges, Cortázar, y tratándose de Justo nos hubiese sorprendido lo contrario,
Murakami se pasean por sus páginas como si sus párrafos fuesen su segunda casa. De los autores que tienen
gran formación literaria siempre se aprende y eso pasa con Sotelo, gracias
Justo. Mil gracias.
Pero es más una novela de personajes, porque esos autores acaban siendo un personaje
secundario de una libro de grandes protagonistas: Sergio y Nora, y el padre de
Sergio, y los amigos de Sergio, y el exmarido de Nora, y la antigua librería de
la plaza Santa Ana… Todos ellos son protagonistas de una narración que como
excusa nos plantea una historia de amor, la de Nora y Sergio, veinte años más
joven que ella, para llevarnos al micromundo existente dentro de la librería,
que deja de ser un sitio donde comprar un libro para convertirse en un punto de
reunión donde se habla de poesía, arte, desamor, y de los muchos puntos donde
la vida duele.
Entrelaza historias con poesía y vidas, creando una obra de estructura casi enmarañada que no solo no retrasan la lectura sino que le aportan el ritmo y el desorden necesario a una obra que es un puzle de personajes. Actores totalmente diferentes, recordemos que son las piezas del puzle, que acaban encajado a la perfección, talvez porque todos ellos acaban incorporando a sus vidas unas mentiras inexactas que les ayudan a sobrevivir.
Justo Sotelo, me presenta una novela desordenada, que al
principio me descoloca pero acaba convenciéndome. Porque en las Mentiras Inexactas el lector entiende que lo importante no es
Borges, ni es el amor ni el sufrimiento. Que no es más importante una antigua
librería caótica que un exiliado cubano que te cuenta su experiencia. Todo
forma parte de ese “ todo” que es la vida, y como parte de ella, cada persona,
cada hecho, cada instante tiene su sitio.
Gracias Justo, por tus cuentos, por tu prosa, por tus letras... Me quedo con ganas de un café y una entrevista.
2 comments:
Maravillosa reseña. Como siempre sabes dar justo ahí, en ese punto en el que, te mueres por conocer más de ese autor, por conocer su obra y como la desarrolla. Adentrarte en la trama, los personajes y su mundo. Gracias a ti empecé a leer a Justo, y también tomo el café de los viernes con sus cuentos; agazapada, tomando notas, absorbiendo todo esa destilación de sabiduría y letras que este escritor y sus seguidores nos brindais. Me gusta formar parte de todo esto. Chapó!!
Gracias por tus palabras, Eli. Da gusto reseñar cuando la gente te lee tan bien como tú
Un beso fuerte.
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