Seré sincera… Tenía ‘El castillo‘ muchas papeletas para que no gustarme… Muchas.
Un libro gordo, lectores que me seguís sabéis de mi afición a la novela corta o como mucho de longitud media, un libro gordo, decía e histórico, uno de los géneros con los que menos cómoda me siento. Pero era un libro bonito, muy bonito visualmente, y de repente parecía que todo el mundo hablaba de él. Libreros, recomendadores, blogueros, y editores.
Y pensé… ¿Y por qué no?
Además me gusta el escritor currante que se deja la piel y parte de su vida en la promoción de su trabajo, y Luis lo estaba haciendo.
Así que comencé la lectura de este libro basado en la construcción del castillo de Loarre, de visita imprescindible, que prometía introducirme de lleno en la historia de Aragón en el siglo XI.
Mi primera sorpresa es que me lo estaba pasando en grande leyendo, sí, sí, disfrutando cada una de sus páginas. El libro es entretenimiento puro. Pese a su longitud y a su género es de lectura ágil. Sus personajes son pocos y muy bien definidos y dentro de la trama cada uno tiene su papel y su momento.
La segunda sorpresa es que la descripción llega a ser tan precisa que me descubrí guardando fotos del castillo para consultarlas mientras Luis me mostraba como se iban alzando las torres.

A partir de aquí, que les puedo contar, sorpresa tras sorpresa… Aprendizaje constante sobre técnicas de construcción, revelaciones de hechos de la historia de Aragón hasta ahora desconocidos, descubrir que la construcción de Loarre fue con fines militares, no había ni princesas ni ranas que besar, conocer a través de sus páginas como cambiaron los ritos religiosos por imposiciones papales… No sólo disfruté de lo lindo con su lectura, además aprendí mil cosas.
Es un libro histórico, con sus amores y desamores, con la deslealtad y las sangrientas batallas de telón de fondo, pero es también una historia de superación personal, de la lucha por conseguir un sueño.
Fue emocionante habitar ‘El castillo‘. Fue tan emocionante que quiero que mi madre, y ustedes que me leen también lo habiten.
Leed a Luis Zueco porque ha venido para quedarse.