Si tuviese que definir Ni un pelo de tonto con una palabra sin duda elegiría la palabra “inteligente”.
¿Puede ser un libro inteligente? Sin duda. Niebla, de Miguel
de Unamuno, lo es. La velocidad de la luz, de Javier Cercas, también… Y ahora
añado a mi estante de LOS + INTELIGENTES
esta novela de Russo.
Pero dejadme que intente explicar por qué es inteligente…
Que tiene Ni un pelo de tonto que no tengan otras novelas. Pues tiene dos
puntos clave que le colocan por encima, sospecho que muy por encima, de la
media. Sus diálogos y sus personajes.
Tengo que presentaros ahora a Sully, el gran protagonista de
esta novela. El tipo que carga con todo el peso argumental de la misma. Porque
sin Sully no hay novela. Sully, ese americano de clase humilde que no acaba de
madurar y que nos lleva, usando su día a día
como hilo conductor, por la América de finales del siglo XX.
Y con Sully situado en el centro de la acción, Russo coloca
con gran acierto, diferentes personajes “satélite” que giran y giran alrededor
de él. Todo ellos perdedores. Porque esta gran obra es una recopilación de
vivencia de perdedores. Adiós al sueño americano. Las cosas no son como parecen
o como quieren hacernos creer. Y ahí es de nuevo inteligente el autor. Nos
cuenta, casi sin contar, a través de breves historias con su punto cómico como
es América, escondiendo entre sus líneas una crítica sutil. ¿A quién? ¿Al
sistema? No, a sus gentes.
Lo que te pasa te pasa porque eres un capullo, suena duro,
¿verdad? Pues en la escritura de Richard Russo suena convincente.
Analicemos ahora los diálogos, esos grandes olvidados. Cuantas novelas serían aceptables solo con que el autor hubiese cuidado sus diálogos.
Russo pone el peso de su obra en unos diálogos soberbios.
Conversaciones que te arrancan sonrisas, que te hacen pensar, que te cuentan
mucho más que el propio narrador. Dan ganas de leer con sombrero para poder
quitárselo de vez en cuando ante la maestría de este caballero.
Y es Sully es mordaz e inteligente y el escritor explota esa
cualidad al máximo. Pero no solo sully vive bajo este título, no. Conviven con
él la Señorita Beryl, entrañable y extraña, Rub, el bicho raro de la zona, la explosiva y frágil Toby, o Carl, ese
déspota con gestos conmovedores, Ruth y su extraña relación con nuestro protagonista,
Peter, Clive, todos y cada uno de ellos con su lucha personal. Todos
colaborando en hacer de esta novela algo incisivo. Penetra en el lector, pero penetra
sin aspavientos, sin dolor, sin revoltijos innecesarios.
Y eso hace de esta historia algo sumamente inteligente. Y si queréis que sea sincera, se
agradece. No todo son grandes derroches del lenguaje, o tramas complicadas que
dan mil vueltas. A veces, basta con retratar nuestra sociedad de manera
sencilla pero eficaz para crear algo que merece la pena, y mucho, leer.
PD: Ahora hay que ver la película, aunque soy consciente de que no puede igualar al libro
PD: Ahora hay que ver la película, aunque soy consciente de que no puede igualar al libro
0 comments:
Publicar un comentario