tag:blogger.com,1999:blog-18641332937004428812024-03-13T04:07:22.251+01:00Palabras En Cadena Blog literario de Rita PiedrafitaRitaPiedrafitahttp://www.blogger.com/profile/18090061839151448436noreply@blogger.comBlogger565125tag:blogger.com,1999:blog-1864133293700442881.post-39321012892884438482024-03-10T21:39:00.002+01:002024-03-10T21:42:04.646+01:00Tinta y fuego, una novela fascinante para auténticos amantes de libros. <p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhbYB5aaeB-UAI2aFseQJZbfQX-uNV8acmPw9b7Tt7tnVceBnONk-8bVjuZhnCtw4SkxeZCyfM8Cs_ESyZ4taLuee2dYDXxfKh7Ne27uIMOTCWdzc7WUAc-C_qks57mBsV2eJSAKArxWASasZSkD2pn3-UCkI96dETvKqX1snDaCIvgppueJmpSx5JfmzQO/s2088/IMG_4997.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Foto del libro tinta y fuego de Benito olmo" border="0" data-original-height="1394" data-original-width="2088" height="428" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhbYB5aaeB-UAI2aFseQJZbfQX-uNV8acmPw9b7Tt7tnVceBnONk-8bVjuZhnCtw4SkxeZCyfM8Cs_ESyZ4taLuee2dYDXxfKh7Ne27uIMOTCWdzc7WUAc-C_qks57mBsV2eJSAKArxWASasZSkD2pn3-UCkI96dETvKqX1snDaCIvgppueJmpSx5JfmzQO/w640-h428/IMG_4997.jpeg" title="Reseña de la novela Tinta y fuego" width="640" /></a></div><br /> <span><br /><br /></span><span><a name='more'></a></span><p></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Aptos, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm 0cm 8pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 28px;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Aptos, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm 0cm 8pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 28px;">Emoción. Curiosidad. Enfado. Así me he sentido con esta novela entre mis manos. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Aptos, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm 0cm 8pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 28px;">Permitidme que hoy, queridos lectores, os traiga a este rinconcito «Tinta y fuego» de Benito Olmo, un autor al que seguí la pista muy de cerca, como si yo fuese la detective protagonista de una de sus novelas, tras leer «<a href="https://www.palabrasencadena.com/2016/06/la-maniobra-de-la-tortuga-benito-olmo.html" target="_blank">La maniobra de la tortuga</a>». No hay Olmo sin Piedrafita. Eso es así. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Aptos, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm 0cm 8pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 28px;">La novela negra de Olmo siempre me resulta interesante, es un noir muy cuidado de corte clásico. Y de repente me encuentro con un libro que se aleja del género para cabalgar entre la histórica y el thriller. Y me gusta. ¿Cómo que me gusta? Me encanta. Es más. Me superencanta. «Tinta y fuego» representa la evolución total de un autor que hace mucho que prometía. La madurez. La valentía. El arrojo de quien sabe que puede hacerlo (aún) mejor y se deja la piel. Y lo hace. Aún mejor. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Aptos, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm 0cm 8pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 28px;">Greta, esa protagonista que todo lector quiere ser, es una buscadora de libros de gran de valor con bastante fama que ve manchada su reputación tras la desaparición, de la que es principal y única sospechosa, de un manuscrito de Borges. Misterio… Cuando Greta y Marla, su hermana, investigadora desde casa, la informática es lo suyo, piensan que todo está perdido y que va a ser difícil sobrevivir en un mundo que las ha marcado con una letra escarlata, reciben la llamada de la familia Fritz-Briones para recuperar su antigua biblioteca, perdida durante el Holocausto, no dudan. Tienen que aceptar una misión que a priori se les antoja imposible. Pero ¡ay, amigos!, necesitan el dinero. Con toda la incertidumbre en la maleta, Greta parte hacia Berlín a buscar lo imposible. Y conoce a Oleg, un joven bibliotecario que está obsesionado con la existencia de una biblioteca judía expoliada a manos de los nazis. ¿Existe esa biblioteca?, ¿la destruyeron?, ¿alguien la salvó? Todo el recelo de Greta, toda la obcecación de Oleg, no hacen otra cosa que picar en la curiosidad de lector. Picar y dejar huella. Porque a partir de ese planteamiento no hay nudo que puedas evitar. Misterio… <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Aptos, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm 0cm 8pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 28px;">Benito Olmo recupera está ignorada historia, yo al menos no la conocía, para crear un thriller con cadáveres, pero sin inspectores. Qué bien han evolucionado las letras de este escritor. Con qué riesgo y soltura se ha adaptado al cambio de género. Porque en este libro Olmo arriesga. El peso de la investigación lo lleva una experta en libros y la policía, ni está ni se la espera. Y para conseguirlo hay que saber definir muy bien los personajes, et voilà. También eso lo consigue. Sin apenas caracterización descriptiva, Benito Olmo muestra unos personajes que el lector visualiza a través de diferentes aportes: gestos, acciones, formas de expresarse, acotaciones de diálogos. Dota a cada protagonista y a cada secundario de una personalidad tan propia que una duda en todo momento de quien es el bueno y quien el malo. Misterio…<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Aptos, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm 0cm 8pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 28px;">Berlín, Cádiz, Madrid, Breslavia. Cada escenario, y en esto sí que el autor conserva su esencia, es parte de la trama que recorre sus calles. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Aptos, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm 0cm 8pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 28px;">Y ahora viene lo “casi más importante”. La parte fundamental de esta historia. El expolio perpetrado por los nazis a las bibliotecas judías. Ese destrozar la cultura. Ese acabar con lo que puede hacernos más libres, la sabiduría, porque me creo más poderoso. Y aquí el autor se lo curra y mucho. Y ese trabajo que hay tras la novela se nota en cada página que pasas. Y se agradece. Como también se agradece evitar cualquier alarde para darnos breves pinceladas de que ocurrió sin hacer engorroso el argumento. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Aptos, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm 0cm 8pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 28px;">Y entonces, ¿por qué entrecomillo un casi lo más importante? Porque para mí lo mejor de esta obra, que cómo veis me ha fascinado, es el final. Arriesgado y acertado en partes iguales. Lo siento, no puedo hablar de él por razones obvias. Ojalá vosotros la leáis y podamos adentrarnos en privado en una fantástica conversación literaria. Que la lectura es mucho más bonita compartida. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Aptos, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm 0cm 8pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 28px;">He disfrutado tanto de este libro que yo también le doy las gracias a Paula, por hacerle volar. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Aptos, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm 0cm 8pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 28px;">¿A qué estáis esperando? <a href="https://amzn.to/3PhVfBw" target="_blank">Id a por ella</a> y leed, leed, malditos. </span></p>RitaPiedrafitahttp://www.blogger.com/profile/18090061839151448436noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1864133293700442881.post-55922754773103802102024-01-22T12:48:00.009+01:002024-01-22T15:36:34.161+01:00La elegancia del erizo, literatura, filosofía y relato social <p><span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 12pt;"><br /></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgRvpKAvRnPa39hk-sUsSvZBtLRzS5xqOgwvdPQVxigIUwHX9HCDWvwjrlZ6AZ4fcfz6ZBc5szQ8N00wZSMteMmabrLG9VsaKhnjiHUVhUXGrYLLZgOsKDFj_W-Vepm4Um0Oli-eHfkcMoS8xh-KW37gxOTHqcvHhqkAOyQOP73DExPkWcqRy3pxqooqslC/s4032/IMG_4133.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3024" data-original-width="4032" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgRvpKAvRnPa39hk-sUsSvZBtLRzS5xqOgwvdPQVxigIUwHX9HCDWvwjrlZ6AZ4fcfz6ZBc5szQ8N00wZSMteMmabrLG9VsaKhnjiHUVhUXGrYLLZgOsKDFj_W-Vepm4Um0Oli-eHfkcMoS8xh-KW37gxOTHqcvHhqkAOyQOP73DExPkWcqRy3pxqooqslC/s320/IMG_4133.jpeg" width="320" /></a></div><br /><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 12pt;"><br /></span><p></p><p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%;"><span></span></p><a name='more'></a><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 12pt;"><br /></span><p></p><p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 12pt;">He vuelto a las páginas de </span><b style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">La
elegancia del erizo</b><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 12pt;"> </span><a name="_Hlk156817872" style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">de <b>Muriel Barbery</b> </a><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 12pt;">no
sin cierta pereza, lo reconozco. Tenía un recuerdo un tanto ambiguo de mi
primera lectura. Un no pero sí (que es muy diferente de un sí pero no). Sin embargo,
esta segunda lectura, aunque ha dejado un posito de no en el fondo de la taza,
ha sido todo un acierto. Me he adentrado en sus palabras con mas calma, es lo
que tienen las segundas lecturas, que una ya sabe lo que pasa y no se acelera
de la misma manera.</span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">La elegancia del erizo nos
presenta a dos protagonistas que tienen aires de antagonistas sin llegar a
serlo. René, portera madura y culta, y Paloma, una niña superdotada con mentalidad
adulta. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">La autora, exprimiendo al
máximo a sus personajes y en un único microescenario, el parisino inmueble burgués
en el que ambas viven, nos lleva por una historia que es un tributo a las cosas
pequeñas, un café con una asistenta a la que tratar de usted, la observación
del movimiento más leve, o la tranquilidad de sentarse en el sillón con un
libro entre las manos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Y es que estos personajes empapan
al lector de pura vida. Pero no de esa vida tan de hoy de día de hacer y hacer
y hacer. NO. De esa otra vida, la de la reflexión, la de la admiración de la
belleza porque sí, la del arte y la literatura. La de detenernos. STOP. Mire
aquí. Contemple. Disfrute. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">La elegancia del erizo está llena
de literatura, cine, arte, belleza (hasta su prosa es bella) <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; margin-left: 35.4pt; text-align: justify;"><i><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">“Sobre
todo no hay que olvidarlo. No hay que olvidar a los viejos de cuerpo podrido,
los viejos a dos pasos de una muerte en la que los jóvenes no quieren pensar
(confían a la residencia de ancianos la tarea de llevar a sus padres a la
muerte sin alboroto ni preocupaciones), la inexistente alegría de esas últimas
horas que tendrían que disfrutar a fondo pero las pasan en el tedio y la
amargura, rumiando los mismos recuerdos una y otra vez. No hay que olvidar que
el cuerpo se degrada, que los amigos se mueren, que todos te olvidan, que el
final es soledad. No hay que olvidar tampoco que esos viejos fueron jóvenes,
que el tiempo de una vida es irrisorio, que un día tienes veinte años, y al
siguiente ya son ochenta.”<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">La
trama de este libro es secundaria, aquí lo que importa son las palabras de René
y Paloma, y su visión de la vida. Dos perspectivas opuestas para una visión
común. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">La
lucha de clases mostrada desde dos puntos de vida diferentes, la de una portera
que tiene tan asumido el discurso de la inferioridad social que se hace pasar por
inculta porque es como se debe comportar una portera, y la de la niña que lo
tiene todo y pese a eso es completamente infeliz. Qué inteligencia la de Barbery
enfatizando la desigualdad con tanto humor y fina ironía. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; margin-left: 35.4pt; text-align: justify;"><i><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">“Me
llamo Paloma. Tengo 11 años. Vivo en la calle Eugéne Manuel, en París, en un
piso de ricos. Mis padres son ricos, mi familia es rica y mi hermana y yo somos
virtualmente ricas. Pero, a pesar de eso, a pesar de tanta suerte y tanta
riqueza, desde hace mucho tiempo, sé que el destino final es la pecera. Un
mundo donde los adultos chocan como moscas contra el mismo vidrio.”<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; margin-left: 35.4pt; text-align: justify;"><i><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><o:p> </o:p></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Pero
esta obra es aún mucho más. <b>“La elegancia del erizo”</b> es un acercamiento sencillo
a la filosofía, la autora, <b>Muriel Barbery</b> es profesora de filosofía y
eso se nota. Al leerlo es inevitable reflexionar sobre el futuro, el tuyo y el
del mundo, el sentido de la vida, la lucha de clases… Me ha encantado volver a
esta novela, y aunque un poso de NO ha quedado ahí, volveré a leerlo con el
paso de los años. Y el posito de NO me lo guardo, que no quiero amargar este dulce
por ser yo un poco rara literariamente hablado. <o:p></o:p></span></p><br /><p></p>RitaPiedrafitahttp://www.blogger.com/profile/18090061839151448436noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1864133293700442881.post-10027728726078389572023-11-12T20:18:00.001+01:002023-11-12T20:18:01.934+01:00El eco de las sombras, ¿qué fue de Olivia Salvatierra<p> <table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjy_J_f14sjHwLjemZYP2MzzZWqzYuZ0AfYPJiqAldjaSVKQS2oZgoKkmwLI8AcARZ978ZAQjy6P26TiZjQIpzEVk98Y1WtAecna6HW9hQF1V4JTHxBuKudt0wsCs3RU0jEJhiSiqKMn2KxAUoTIpgCB49YqfuKlQnwUqsNRI9hk98jbWWuW1nQTj6N3Fr-/s4032/IMG_1851.HEIC" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="Presentación de la novela El eco de las sombras de Txemi Parra" border="0" data-original-height="3024" data-original-width="4032" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjy_J_f14sjHwLjemZYP2MzzZWqzYuZ0AfYPJiqAldjaSVKQS2oZgoKkmwLI8AcARZ978ZAQjy6P26TiZjQIpzEVk98Y1WtAecna6HW9hQF1V4JTHxBuKudt0wsCs3RU0jEJhiSiqKMn2KxAUoTIpgCB49YqfuKlQnwUqsNRI9hk98jbWWuW1nQTj6N3Fr-/w400-h300/IMG_1851.HEIC" title="villanoir 2023" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Presentación de El eco de las sombras en Villanoir 23</td></tr></tbody></table><br /></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; margin: 0cm;"><o:p></o:p></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; margin: 0cm;"><o:p><span></span></o:p></p><a name='more'></a> <p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">¿Es el Pirineo aragonés el lugar ideal para armar una novela negra? Yo diría que sí. Diría que tanto el paisaje, brumoso y pardo, tan acogedor como gigantesco, como sus pueblos o las gentes que los habitan proporcionan un escenario perfecto para centrar la trama de una novela de tinte criminal. Y debe ser así; ya se acuña el término Pirineo Noir entre los amantes del género.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">Txemi Parra conoce bien este decorado y lleva al lector a un rincón montañoso de Huesca. Nuestra amada Huesca. Es Parra un escritor inteligente, sí, pero también es un guionista que conoce a la perfección su profesión y te invita, con un manejo absoluto de escenas y diálogos, a entrar de sopetón en el libro. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">Primera escena: Olivia sube a un telesilla, pese a que las inclemencias climáticas no aconsejan hacerlo, y a partir de ahí se pierde su pista y empieza la acción. Simón Ventura, un solitario cabo del Centro de adiestramiento de Montaña, siempre al lado de su perra Avellaneda, se hace cargo de investigar qué fue de Olivia Salvatierra. Y entonces el autor te guía por un libro lleno de tramas y subtramas y personajes maravillosos, tan bien perfilados, que hay momentos en los que una se olvida de Olivia y lee con avidez para ver qué le deparará el futuro a Manuela. Porqué sí, desde los primeros capítulos, yo me enamoré de este personaje femenino tan fuerte como vulnerable, que no ceja en su empeño de buscar la felicidad. Y es que en este libro los personajes secundarios toman el relevo de los protagonistas cuando la narración así lo requiere. Sus páginas están pobladas por personas que provocan reacciones inmediatas del lector. Los amas, los odias… <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">Pero os contaba al principio de esta reseña que Txemi Parra es guionista y domina el medio, así que imaginad. Una narración rápida, fluida, forjada a base de capítulos cortos que te dejan siempre con ganas de más. Sus diálogos resultan claros y ágiles y complementan la leve descripción del paisaje de tal manera que acabas viendo, viviendo, la investigación desde dentro.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">Cuando empecé a leer esta novela me sentí como en casa. Estaba recorriendo lugares que conocía como si fuese una actriz de Hollywood que campa por decorados y exteriores a sus anchas. Ya no estaba leyendo tranquila en mi cama, me encontraba en Villanúa, saliendo del albergue lista para adentrarme en el próximo capítulo. Qué el buen hacer el del autor, que me cuenta lo ocurrido sumergiéndome hasta el fondo de la obra. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">¿Eres de los que adoran las novelas negras que te enganchen?, ¿que te atrapen en sus páginas de manera que sientas que ya no hay vuelta atrás? Pues léeme entonces con atención… “<b>El eco de las sombras</b>” engancha a lo bruto. La faceta de guionista de su autor se nota. La obra, es evidente, tiene el ritmo perfecto, pero además está repleta de sorprendentes puntos de giros colocados en un momento tan oportuno, que el lector acaba viendo un culpable en cada uno de los personajes. Una madeja perfecta que el escritor desenmaraña sin necesidad de recurrir a falsos trucos de magia que lo saquen del embrollo. Lo aliña con un toque onírico que consigue darle todavía más consistencia al relato.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">¿Se nota mucho que me ha encantado la novela? Os juro que me encantaría sentarme a ver la serie de El eco de las sombras para pasear de nuevo por Villanúa, Jaca, Canfranc…<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">Coincidí con el autor en el más entrañable festival de novela negra de España, Villanoir, y qué suerte la mía. Incorporo a mi lista de deseos lectores una nueva obra de Txemi Parra. Ojalá llegue prontito.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm;"><o:p><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></o:p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm;"><o:p><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></o:p></p>RitaPiedrafitahttp://www.blogger.com/profile/18090061839151448436noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1864133293700442881.post-75069847983558786942023-10-29T12:19:00.003+01:002023-10-29T12:19:15.387+01:00Walk On The Wild Side (Doo, doo, doo, doo, doo) by Manuel Vilas. Reseña de Lou Reed era español <p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTNWfjKhqSc2Z94cTms9s-tLVDiQ9B3o_islvDp22aLwlOpsCzfOQYEAWilx5JWPExAXdH2l_hceO3QDH4ERjDdSIuQdNVLQcS1v5jGhm-WK9cNPUOle3qrgJoCZjTreMZ2mB2J4T8PgbryOkrjbdyHb5rzAnr8Th7BHTAQV8VdmAThu0-ZDVgl0vESbMI/s662/IMG_7846.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Reseña del libro de Manuel Vilas" border="0" data-original-height="662" data-original-width="662" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTNWfjKhqSc2Z94cTms9s-tLVDiQ9B3o_islvDp22aLwlOpsCzfOQYEAWilx5JWPExAXdH2l_hceO3QDH4ERjDdSIuQdNVLQcS1v5jGhm-WK9cNPUOle3qrgJoCZjTreMZ2mB2J4T8PgbryOkrjbdyHb5rzAnr8Th7BHTAQV8VdmAThu0-ZDVgl0vESbMI/w320-h320/IMG_7846.jpeg" title="Reseña de Lou Reed Era español" width="320" /></a><span><a name='more'></a></span></div><br /><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><p><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: PT Serif;">Ay que yo no sé cómo empezar. Que a mi hay libros que se me quedan dentro y no sé bien porqué. Y entonces leo y releo. Y busco cosas subrayadas. Si yo apenas escucho música, y de Lou Reed. Si no había escuchado nada en mi vida. Y aun así compro y leo Lou Reed era español, porque era un Vilas. Y punto. A veces no se necesita más. ¿Por qué has leído a Vilas? Porque es Vilas. Fin.</span></span></p><p><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: PT Serif;"><br /></span></span></p><p><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: PT Serif;">¿Por qué recomiendas a Vilas en este medio? Porque Vilas son nuestras letras. Vilas es Barbastro. Y Barbastro le debe un reconocimiento a Vilas.</span></span></p><p><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: PT Serif;">Vilas, Vilas, Vilas. Creo que empieza a notarse que algo en su prosa, talvez debía dcir en su nueva prosa, me ha cautivado. Vilas, Vilas… Que me ha hecho buscar entre mis libros Aire Nuestro para volver a leer a Vilas.</span></span></p><p><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: PT Serif;">Creo que podría acabar aquí esta reseña. Queda claro, clarísimo, recomiendo leer Lou Reed era español. Entonces, ¿para qué seguir con mi palabrería? Para expresar nuevamente lo que he sentido leyendo esta novela que no es novela. Uno de esos volúmenes que no quiero, ni pienso reseñar. Adiós tecnicismos, hola sensaciones.</span></span></p><p><br /></p><p><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: PT Serif;">Mi libro comienza de manera diferente: “Para Rita, para que se de una vuelta por el lado salvaje. Con un beso. Manuel Vilas”(¿Cuantas Ritas tendrán esta lectura firmada?) y a esta Rita le gusta esa invitación y da esa vuelta.</span></span></p><p><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: PT Serif;">Y me encuentro con VIAJE AL CORAZON DE LAS TINIEBLAS, y pienso: Es la hora perfecta (acababa de volver a leer El corazón de las tinieblas, y El dios de las pequeñas cosas y sus continuas referencias a la obra de Conrad). Y Manuel empieza su obra en el libro que me lleva persiguiendo un mes. Y anoto en lápiz, me persigue y pienso que la literatura es maravillosa.</span></span></p><p><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: PT Serif;">Ya no dejo el lápiz. No puedo. Desde su arranque... Desde su dedicatoria.</span></span></p></blockquote><p><span style="font-family: PT Serif;"><br /></span><span style="font-family: PT Serif;"><b><i></i></b></span></p><blockquote></blockquote><blockquote><span style="font-family: PT Serif;"><b><i><blockquote>“Hay muchas formas de vivir, infinidad de razones para que la vida comience. La vida solo merece ser contada si ves en ella un viaje”</blockquote></i></b></span><span style="font-family: PT Serif;"></span></blockquote><span style="font-family: PT Serif;"><br /></span><p></p><blockquote style="border: none; margin: 0 0 0 40px; padding: 0px;"><p><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: PT Serif;">Que importante es el primer párrafo de una narración. Qué bien lo hace Vilas. Porque nos cuenta un viaje. El viaje de tres vidas. Paralelismo. Vida uno: Lou Reed. Vida dos: España. Vida tres: el propio Vilas.</span></span></p><p><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: PT Serif;">Ese es el viaje de esta novela. La música de Lou Reed, España, y el autor van tirando hacia delante. Y el lector con ellos. Y es el lector el que de repente comprende que estas páginas son un poco autobiografía y que Lou Reed es casi una excusa. Manuel Vilas nos lleva a su Barbastro de infancia (El adolescente español que vive en un pueblo de 15000 habitantes), a Zaragoza (un hombre joven compra dos entradas) a Peñíscola (un hombre de cuarenta y dos años), De vuelta a Zaragoza (un hombre de cincuenta y dos años).</span></span></p><p><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: PT Serif;"><br /></span></span></p><p><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: PT Serif;">Y es esa autobiografía la que me ha encandilado, gustado, atrapado, sorprendido. Añado la multitud de narradores que cambian continuamente el punto de vista de quien lee. Hasta España narra en esta novela.</span></span></p><p><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: PT Serif;"></span></span></p><blockquote><p><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: PT Serif;"><b><i>“Soy industria y soy gente consumiendo.La industria y el comercio son inmortales.Y soy millones de seres humano amándose, eso es muy hermoso. Soy hermosura. Porque un país es hermosura. Tú también fuiste un país, tú fuiste un país de palabras y de canciones. Como fuimos países deberíamos habernos casado.”</i></b></span></span></p><p></p></blockquote><p><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: PT Serif;"><br /></span></span></p><p><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: PT Serif;">Y la música de fondo. Siempre sonando. Siempre acompañando a una sutil critica, a una fina ironía. La música sonando a través de esas carreteras que eran secundarias y fueron autovías. Y al autor, que se obsesiona con esa música y nos lo cuenta.</span></span></p><p><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: PT Serif;">Hay que leer a Vilas porque es Vilas.</span></span></p></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0 0 0 40px; padding: 0px;"><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: PT Serif;"><b><a href="https://www.palabrasencadena.com/search/label/Manuel%20Vilas" target="_blank">Más reseñas de Vilas en este blog </a></b></span></span></p></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0 0 0 40px; padding: 0px;"><p><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: PT Serif;"><br /></span></span></p><p><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: PT Serif;"><br /></span></span></p><p><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: PT Serif;"><br /></span></span></p><p><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: PT Serif;"><br /></span></span></p><p><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: PT Serif;"><br /></span></span></p><p><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: PT Serif;"><br /></span></span></p><p><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: PT Serif;"><br /></span></span></p><p><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: PT Serif;"><br /></span></span></p><p><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: PT Serif;"><br /></span></span></p></blockquote><p><span style="font-family: PT Serif;"><br /></span><span style="font-family: PT Serif;"><br /></span><span style="font-family: PT Serif;"><br /></span><span style="font-family: PT Serif;"><br /></span><span style="font-family: PT Serif;"><br /></span><span style="font-family: PT Serif;"><br /></span><span style="font-family: PT Serif;"><br /></span></p><span style="font-family: PT Serif;"><a href="https://rondasomontano.com/?pasID=MTU0Njc4&pasZONE=MTQ1Njc0"></a> <a href="https://rondasomontano.com/?pasID=MTU0Njc4&pasZONE=MTQ1Njc0"></a></span><br /> RitaPiedrafitahttp://www.blogger.com/profile/18090061839151448436noreply@blogger.com022300 Barbastro, Huesca, España42.0360435 0.128440413.725809663821153 -35.0278096 70.346277336178844 35.2846904tag:blogger.com,1999:blog-1864133293700442881.post-2196771832555858062023-10-22T19:50:00.002+02:002023-10-22T20:04:09.617+02:00Tren nocturno, reseña de la novela negra de Martin Amis<p><span face="Calibri, sans-serif"><br /></span></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjacH09Ale4Lj2BMynPWo9oxJH4RSwVjKB4bugXq1ahji-u31AXcewdOPbvxjD-cYvEE1b9jYYgBH36NVr7p8U1lFRsouX7kpmlLgchej33tSxOq6YJ-M1STt0Z_HNXQSrT86VljnRt6RItLnvQiorJPxRhjXIv8kuJob0Nfr0FW9FS9RnxBAzbMsQvGuhK/s1955/IMG_1708.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1323" data-original-width="1955" height="271" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjacH09Ale4Lj2BMynPWo9oxJH4RSwVjKB4bugXq1ahji-u31AXcewdOPbvxjD-cYvEE1b9jYYgBH36NVr7p8U1lFRsouX7kpmlLgchej33tSxOq6YJ-M1STt0Z_HNXQSrT86VljnRt6RItLnvQiorJPxRhjXIv8kuJob0Nfr0FW9FS9RnxBAzbMsQvGuhK/w400-h271/IMG_1708.jpg" width="400" /></a></div><br /><span><a name='more'></a></span><span face="Calibri, sans-serif"><br /></span><p></p><p class="MsoNoSpacing" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm;">Llevo retrasadas muchas reseñas, os pido perdón, y como en la lista hay mucha novela negra decido empezar con la sana intención, que al final es lo cuenta, la intención, de dedicar parte de este otoño tardío a ellas. <o:p></o:p></p><p class="MsoNoSpacing" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm;"><br /></p><p class="MsoNoSpacing" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm; text-align: center;"><a href="https://www.palabrasencadena.com/2016/06/he-cogido-un-nudo-fuerte-y-compacto-y.html" rel="nofollow" target="_blank">Fragmentos de Tren nocturno</a><br /></p><p class="MsoNoSpacing" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm; text-align: center;"><br /></p><p><span face="Calibri, sans-serif">Y claro, tenía que comenzar con mi relectura de Tren nocturno de Martin Amis, una novela </span></p><p><span face="Calibri, sans-serif">negra que muy bien podría caer en el saco de la narrativa.</span><span face="Calibri, sans-serif"> </span></p><p class="MsoNoSpacing" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm;"><o:p></o:p></p><p class="MsoNoSpacing" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm;">Amis nos presenta un cadáver y una investigación, así que sí, estamos ante una novela negra que rebosa ambición literaria en cada página. <o:p></o:p></p><p class="MsoNoSpacing" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm;">La novela, dividida en tres partes diferenciadas que estoy segura de que funcionan bien de manera independiente, nos narra al principio (en forma de diario, primera persona) la investigación de un suicidio, con la sospecha de que pudo ser un crimen, para dar paso a una segunda parte, ya narrada como novela al uso, en la que se nos plantea el por qué, y, tenía que ser, cierra con un bloque con las conclusiones de la investigación. Esta mezcla de estilos ya sería motivo más que suficiente para acercarse al libro, que andamos sedientos de innovación lectora. Pero Martin Amis hila fino, hilvana primero para que el pespunte quede perfecto.<o:p></o:p></p><p class="MsoNoSpacing" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm;">Una termina esta breve obra y analiza reposada sus muchos puntos fuertes, desde los personajes, hasta la sencillez de la acotación del diálogo, él dice, yo digo, me dice, le digo. No necesita el autor recurrir a complejos sinónimos que entorpecen la lectura, y, ¿sabéis qué? Funciona. Como también funciona esa ruptura de normas a la que recurre con inteligencia cuando es necesario: diálogo a veces insertado de manera tradicional con un guion largo, otras abusando de comillas en incluso incrustado dentro de la narración sin más. Nada chirría. <o:p></o:p></p><p class="MsoNoSpacing" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm;">Pero os hablaba de personajes, manual gratuito de escritura aquí, en la creación de “protagonista/antagonista”. Os presento a Jennifer, la chica perfecta, femenina, atractiva, inteligente y excelente persona. Una chica sin problemas, de buena familia y con la vida resuelta. Investigando su posible asesinato, Mike, opuesta a ella salvo en la inteligencia, única cualidad que comparten ambas. Mike es masculina en exceso, el nombre, la voz, la apariencia física marcan una brecha enorme con lo que se espera que sea una mujer. Clase social baja, y una mochila cargada en su espalda repleta de traumas y problemas infantiles. Pero Mike está viva y Jennifer, no. ¿Podría haber elegido el autor a un investigador masculino? Sin duda, pero escoge el camino difícil y lo recorre con tanta firmeza que el lector no sabe si quién es protagonista y quién antagonista, y tampoco le importa. Porque sí, lectores, de nuevo funciona a la perfección.<o:p></o:p></p><p class="MsoNoSpacing" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm;">No se limita el escritor a una investigación, que eso está ya muy leído, sino que en la segunda parte de la novela hace un análisis tan certero del suicidio que roza el ensayo dejando un poso filosófico flotando en el ambiente. ¿Puede una vida perfecta ser más cruel que una vida plagada de problemas?<o:p></o:p></p><p class="MsoNoSpacing" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm;">Esa parece ser la pregunta que nos lanza el autor y para ello utiliza recursos que hacen que este libro sea, simplemente, excepcional. Con esos personajes secundarios que cobran importancia en el momento narrativo justo, con esos guiños (<i>Síndrome del Paraíso,</i> que una no sabe que abre más, si la boca o los ojos ante el asombro, os lo juro) que te dejan perpleja, con ese tren nocturno, cuyo ruido ensordece la lectura, en momentos en los que Amis quiere que leas con atención… Sí señores, sí. En esta obra ni el sonido del tren que rompe el silencio de la noche aparece sin ton ni son. Pespunte perfecto, ¿recordáis? <o:p></o:p></p><p class="MsoNoSpacing" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm;">Ya había disfrutado de esta obra, pero esta segunda lectura, como todas las segundas veces he leído sin prisa por saber, más atenta al cómo me lo cuenta que al qué me cuenta, me ha dejado con ganas de volver de nuevo a este autor. Martin Amis es un autor inteligente y elegante. Habrá que comprobar si en otros títulos también lo es. ¿Te animas?<o:p></o:p></p><p class="MsoNoSpacing" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm;"><br /></p><p class="MsoNoSpacing" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm;">N de A: mi primera reseña de esta obra nada tiene que ver con este texto, moraleja: hay que releer más </p><p class="MsoNoSpacing" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm; text-align: center;"><a href="https://www.palabrasencadena.com/2016/06/tren-nocturnomartin-amis-resena.html" rel="" target="_blank">Primera Reseña 2016</a><br /></p>RitaPiedrafitahttp://www.blogger.com/profile/18090061839151448436noreply@blogger.com022300 Barbastro, Huesca, España42.0360435 0.128440413.725809663821153 -35.0278096 70.346277336178844 35.2846904tag:blogger.com,1999:blog-1864133293700442881.post-3923195265789331092023-04-04T19:17:00.004+02:002023-04-04T19:19:12.216+02:00Las gratitudes, reseña de la novela de Delphine de Vigan <p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjSvJ8GOO4tlQbXPCsUDYsxVe3rAu1LKGHuM-hIFchoATFLdblSds0IN_QTmoK2HWn4rl4_0gD0pNtnS179GJ3hCzPtI3juyAIL42SHSoFY0dnQZgdRSKLGP-NgLqZn9sKn-At7fgVbZemwzfFPaPzbDJYv-quxqmuzXwqpPzkgUJ7-hoDwXCmiQruOQ/s3425/B9D9EC5A-7016-4E8E-92E9-AC111FB0E815.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Reseña del libro las gratitudes de De Vigan" border="0" data-original-height="2445" data-original-width="3425" height="285" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjSvJ8GOO4tlQbXPCsUDYsxVe3rAu1LKGHuM-hIFchoATFLdblSds0IN_QTmoK2HWn4rl4_0gD0pNtnS179GJ3hCzPtI3juyAIL42SHSoFY0dnQZgdRSKLGP-NgLqZn9sKn-At7fgVbZemwzfFPaPzbDJYv-quxqmuzXwqpPzkgUJ7-hoDwXCmiQruOQ/w400-h285/B9D9EC5A-7016-4E8E-92E9-AC111FB0E815.jpeg" title="Reseña del libro las gratitudes de De Vigan" width="400" /></a><span><a name='more'></a></span></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left;"><span style="line-height: 150%;"><span style="font-family: PT Serif; font-size: medium;">Cada vez estoy más convencida de que un libro no tiene porque
ser perfecto, ni mucho menos una obra maestra, para hacer disfrutar al lector. No,
no creo que “Las gratitudes” de Delphine de Vigan sea una obra maestra, ni
siquiera diría que es un libro perfecto. Es más, ya había leído antes a esta
autora y no, para mí, tampoco es su mejor novela. Pero tiene algo “Las gratitudes”
que lo hace esencial en nuestras listas de lectura. Su capitulo final. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left;"><span style="line-height: 150%;"><span style="font-family: PT Serif; font-size: medium;"> Dejadme que
os explique. El argumento de esta novela es sencillo, extremadamente sencillo:
estamos hablando de apenas 173 páginas, Michka es una mujer mayor independiente
que acaba dependiendo de los demás. De la libertad de su apartamento a una
residencia en la que no le gusta estar. Marie y Jerôme, una por agradecimiento
y el otro quizá por simple simpatía, le acompañan en los últimos meses de su
vida. De Vigan nos narra, con su habitual acierto para hablar de emociones, el declive
de nuestra protagonista que poco a poco, afectada por una afasia, se va quedao
sin palabras. <o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left;"><span style="line-height: 150%;"><span style="font-family: PT Serif; font-size: medium;"><br /></span></span></p>
</div><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center;"><i><span style="line-height: 150%;"><span style="color: #073763; font-family: PT Serif; font-size: medium;">(<b>afasia </b>Del gr. ἀφασία aphasía
'imposibilidad de hablar'.</span></span></i></p></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; text-align: center; text-indent: -18pt;"><span style="font-size: medium;"><span style="color: #073763; font-family: PT Serif;"><i><span style="line-height: 150%;">1.<span style="font-feature-settings: normal; font-kerning: auto; font-optical-sizing: auto; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variation-settings: normal; line-height: normal;"> </span></span></i><!--[endif]--><i><span style="line-height: 150%;">f. Med. Pérdida o trastorno de la
capacidad del habla</span></i></span><span style="text-align: left;"> </span></span></p></div></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><p class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; text-align: center; text-indent: -18pt;"><span style="color: #073763; font-family: PT Serif; font-size: medium;"><i><span style="line-height: 150%;">debida a una disfunción en las áreas del lenguaje de la
corteza cerebral.)<o:p></o:p></span></i></span></p></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center;"><span style="line-height: 150%;"><span style="color: #073763; font-family: PT Serif; font-size: medium;"> </span></span></p></div></blockquote><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left; text-indent: 18pt;"><span style="line-height: 150%;"><span style="font-family: PT Serif; font-size: medium;">Qué importante es siempre para esta
autora francesa el uso de la palabra. Es tan importante que en esta narración, aprovechando
la afasia de Michka, guía al lector a través de un lenguaje inventado y lleno
de encanto. Unas páginas llenas de juegos de palabras que te hacen gozar de cada
párrafo. (Mención especial y con honores al traductor del manuscrito original Pablo
Martín Sánchez por el brillante resultado final)<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left; text-indent: 18pt;"><span style="line-height: 150%;"><span style="font-family: PT Serif; font-size: medium;">Poco a poco vamos entrando en las vidas
presentes y pasadas de estos tres personajes, pocos personajes y casi un único
escenario, la residencia de ancianos, a través de las visitas que Marie y <a name="_Hlk131524314">Jerôme </a>hacen a nuestra afable anciana. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left; text-indent: 18pt;"><span style="line-height: 150%;"><span style="font-family: PT Serif; font-size: medium;">Michka Seld es totalmente consciente
de que las palabras se le escapan y eso duele. Le duela a la señora Seld y nos
duele a nosotros, lectores, que empatizamos con un personaje sin dejar de
pensar en lo difícil que sería vivir mientras nuestras palabras se pierden.<i><o:p></o:p></i></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left; text-indent: 18pt;"><span style="line-height: 150%;"><span style="font-family: PT Serif; font-size: medium;"><br /></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: center;"><i><span style="line-height: 150%;"><span style="color: #073763; font-family: PT Serif; font-size: medium;">"El hilo de la comunicación se ha
roto.<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: center;"><i><span style="line-height: 150%;"><span style="color: #073763; font-family: PT Serif; font-size: medium;">El silencio le ha ganado la partida.
Y ya nada la retiene. "</span></span></i><span style="color: #073763; font-family: "PT Serif"; font-size: large; text-align: left;"> </span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: left;"><span style="line-height: 150%;"><span style="font-family: PT Serif; font-size: medium;"> </span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: left;"><span style="line-height: 150%;"><span style="font-family: PT Serif; font-size: medium;"><span> </span>El libro en
su comienzo me resultó ligeramente ñoño, pero luego empecé a enamorarme de la anciana
que olvidaba las palabras y decidí continuar. Todo se narra a través de los diálogos,
es intima, reflexiva y con un toque de humor. Os decía al comenzar que a veces
hay un algo que de repente hace una novela imprescindible. En el caso de “Las
gratitudes” es sin duda su último capítulo. La conversación final entre Marie y
Jerôme hace que una enorme sonrisa se instale en tu rostro y sientas una tremenda
gratitud hacia la autora por hacerte sentir. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: left;"><span style="line-height: 150%;"><span style="font-family: PT Serif; font-size: medium;"> Y para saber
de qué os estoy hablando, me temo, queridos que me leéis, que tenéis que darle una
oportunidad al libro reseñado. <o:p></o:p></span></span></p>
<iframe frameborder="0" marginheight="0" marginwidth="0" sandbox="allow-popups allow-scripts allow-modals allow-forms allow-same-origin" scrolling="no" src="//rcm-eu.amazon-adsystem.com/e/cm?lt1=_blank&bc1=000000&IS2=1&bg1=FFFFFF&fc1=000000&lc1=0000FF&t=palencad-21&language=es_ES&o=30&p=8&l=as4&m=amazon&f=ifr&ref=as_ss_li_til&asins=8433980831&linkId=4bfd334e338db12d48ac336d4e487451" style="height: 240px; width: 120px;"></iframe>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left;"><br /></p></div><p></p>RitaPiedrafitahttp://www.blogger.com/profile/18090061839151448436noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1864133293700442881.post-6207631684454013692023-03-22T13:08:00.005+01:002023-10-22T19:53:26.644+02:00Fragmentos de La ventana inolvidable de Menchu Gutiérrez, ganadora del Premio Novela Ciudad de Barbastro<p></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 11pt; margin: 0cm;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 11pt; margin: 0cm;"><o:p><span style="font-family: arial;"> </span></o:p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: arial;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxENbD7D4DNS6zqsqrgc6TqeVwZB2EJVJ2GEf4Jfj0XfUg6dOX5zF1ZP6la_Qoifenb-yYduzQDtMvePGmOqVior9LDUDWXg7ywL9cW1BQxXcNvtreGfk1dlQALoMsf3BOKwW6t6qksjer-VUO5jPgrytJfN-UK9Ocy-lqMcx_pgPzAOC2STv7lOw5hg/s1800/D574A000-2AE1-49B7-9B8A-CFFAD32C485D.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Ventana calle luna sos del rey católico." border="0" data-original-height="1800" data-original-width="1440" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxENbD7D4DNS6zqsqrgc6TqeVwZB2EJVJ2GEf4Jfj0XfUg6dOX5zF1ZP6la_Qoifenb-yYduzQDtMvePGmOqVior9LDUDWXg7ywL9cW1BQxXcNvtreGfk1dlQALoMsf3BOKwW6t6qksjer-VUO5jPgrytJfN-UK9Ocy-lqMcx_pgPzAOC2STv7lOw5hg/w256-h320/D574A000-2AE1-49B7-9B8A-CFFAD32C485D.jpeg" title="Ventana calle luna sos del rey católico." width="256" /></a></span></div><span style="font-family: arial;"><br /></span><p></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 11pt; margin: 0cm;"><o:p><span style="font-family: arial;"><span></span></span></o:p></p><a name='more'></a><span style="font-family: arial;"> </span><p></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 11pt; margin: 0cm;"><span style="font-family: arial;">«Yo miro una ventana como otros miran zarpar un barco, como invitación a un viaje.»<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 11pt; margin: 0cm;"><o:p><span style="font-family: arial;"> </span></o:p></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 11pt; margin: 0cm;"><span style="font-family: arial;">Sirve este texto como brevísima introducción a lo que vamos a encontrar en esta obra, una viaja a través de infinitas ventanas inolvidables. Cada ventana esconde una historia detrás y hay que mirarlas para encontrarlas. Os dejo una selección de fragmentos de este libro tan especial. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 11pt; margin: 0cm;"><o:p><span style="font-family: arial;"> </span></o:p></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 11pt; margin: 0cm;"><o:p><span style="font-family: arial;"> </span></o:p></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 11pt; margin: 0cm;"><span style="font-family: arial;">«Qué gran diferencia entre el esfuerzo por no recordar y el ejercicio de olvidar. Para olvidar es preciso tener memoria, para no recordar, hace falta recordar, iniciar la marcha hacia el recuerdo, y a medio camino ponerle un no delante, ponerle unas estacas cruzadas, una señal de prohibición ante el cadáver almacenado en la fronda de helados nenúfares de tu cerebro. Si dices: ¡olvida!, tienes el cadáver delante y tienes que hundirlo en esas profundidades, ahogarlo con tus propias manos entumecidas. Si dices: ¡no recuerdes!, el cadáver no se mueve, tú no te mueves, tú no respiras... en cuanto se renueve la respiración, deberás volver a ponerte piedras en el abrigo para no ir hacia él.»<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 11pt; margin: 0cm;"><o:p><span style="font-family: arial;"> </span></o:p></p><p align="center" class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 11pt; margin: 0cm; text-align: center;"><span style="font-family: arial;">***<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 11pt; margin: 0cm;"><o:p><span style="font-family: arial;"> </span></o:p></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 11pt; margin: 0cm;"><span style="font-family: arial;">«Hay mensajes que parecen abiertos, que cualquiera podría leer, y que, sin embargo, tienen un solo destinatario.»<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 11pt; margin: 0cm;"><o:p><span style="font-family: arial;"> </span></o:p></p><p align="center" class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 11pt; margin: 0cm; text-align: center;"><span style="font-family: arial;">***<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 11pt; margin: 0cm;"><o:p><span style="font-family: arial;"> </span></o:p></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 11pt; margin: 0cm;"><span style="font-family: arial;">«El dolor extremo produce transformaciones extremas: los utensilios pueden cambiar de función, el tenedor sirve de pronto para hacer daño, el cuchillo para violentar una cerradura.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 11pt; margin: 0cm;"><span style="font-family: arial;">Después de haber vivido prisionera tanto tiempo, experta en el catálogo de la violencia, A. se sentía como alguien que ha vivido un incendio en el interior de su casa, y para quien la ventana debe ser una puerta, una vía de escape. Mientras contaba los minutos y las horas, necesitaba la seguridad de una ventana por la cual podía saltar a la calle en cualquier momento.»<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 11pt; margin: 0cm;"><br /></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 11pt; margin: 0cm;"><a href="https://www.palabrasencadena.com/2022/11/LaventanainolvidableMenchuGutierrez.html" rel="nofollow" target="_blank">Sigue este link para llegar a la reseña de la obra </a><br /></p>RitaPiedrafitahttp://www.blogger.com/profile/18090061839151448436noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1864133293700442881.post-585853754418336112023-02-14T21:27:00.003+01:002023-10-29T12:22:40.271+01:00Nosotros de Manuel Vilas, vida, placer, belleza y mucho más<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgCW-T2LLrfEymooU2-p62PIUQl-xN7288qMNRTa0e-BGipaZHv90N69UFWnqn93i1VRcTDOWJ23aIGPKo-F3qYEK3xpRfXgrFHgLcVr1F7KUPThGv6FKSO90Woh-W5dEroqBECRJoS_IaHGJMZgY0dtdTUKB40qSKVSXWQvRKtMATTJ8IPMIA4EwOTgg/s250/31A6D976-A87E-4E5B-B4F6-84D0B6C36899.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="reseña de nosotros premio nadal 23" border="0" data-original-height="250" data-original-width="250" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgCW-T2LLrfEymooU2-p62PIUQl-xN7288qMNRTa0e-BGipaZHv90N69UFWnqn93i1VRcTDOWJ23aIGPKo-F3qYEK3xpRfXgrFHgLcVr1F7KUPThGv6FKSO90Woh-W5dEroqBECRJoS_IaHGJMZgY0dtdTUKB40qSKVSXWQvRKtMATTJ8IPMIA4EwOTgg/w400-h400/31A6D976-A87E-4E5B-B4F6-84D0B6C36899.jpeg" title="nosotros de manuel vilas" width="400" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><span><a name='more'></a></span><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><p class="MsoNoSpacing" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm; text-align: start;"><span face="Arial, sans-serif"> </span></p><p class="MsoNoSpacing" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm; text-align: start; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif">¡Lo ha vuelto a hacer! Sí señores. No será la primera vez, y espero que no sea la última, que me leéis admirando la obra de Manuel Vilas. Pero es que de nuevo vuelve a hacerlo, ha vuelto a regalarle a sus lectores una obra para la reflexión, para leer y volver a ella.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm; text-align: start;"><span face="Arial, sans-serif"> Con “Nosotros”, los fieles seguidores de sus libros nos llevamos una inmensa alegría, Vilas había ganado el Nadal. Felicidad absoluta para quienes creemos que hay autores en este país que deben ser reconocidos y premiados. Y Manuel Vilas es uno de ellos. Y ahí estaba su premio,<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm; text-align: start;"><span face="Arial, sans-serif"> En su última novela, “Nosotros”, el autor se reviste de una piel femenina para narrarnos la vida de Irene, una mujer viuda convencida que en ningún rincón del mundo hubo ni habrá un amor como el que se profesaban Marcelo, su marido, y ella. La protagonista, de una cursilería casi burlesca, decide viajar para superar la muerte del amor de su vida. El dinero no es problema, lo tiene. Un BMW, hoteles de lujo y kilómetros recorridos a lo largo de la geografía son los escenarios elegidos por el escritor para mostrarnos no solo a Irene, su forma de vida, sus pensamientos, su búsqueda continua, sino también la belleza del Mediterráneo, la trayectoria de Fellini, el toque erótico del amor puramente carnal y mucho más. Porque la prosa de Vilas es siempre mucho más. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm; text-align: start;"><span face="Arial, sans-serif"> Usa para contar la historia un inteligente narrador omnisciente que construye a Irene poco a poco a base de relatos externos: su vida con Marcelo, sus aventuras, sus juegos con el sexo…, pero que en momentos cumbre transforma en un monólogo interior de la propia Irene que hace titubear al principio al lector para despejarle algunas páginas después de cualquier duda. Y es que la evolución casi anticipada de Irene, y no quiero profundizar porque es delicioso descubrirlo a medida que lees, es una transformación que solo los grandes escritores pueden presentar. Manejo impecable de un personaje que acaba siendo protagonista y antagonista único de esta novela. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm; text-align: start;"><span face="Arial, sans-serif"> No hay que extenderse a estas alturas de nuestra vida lectora en la prosa poética de Vilas, que hace la poesía prosa y de la prosa poesía. Todos conocemos de sobra su solvencia narrativa, como ha sabido evolucionar a medida que sus lectores lo hacíamos, pero en Nosotros, Premio Nadal de Novela 2023, el autor nos sorprende dando un giro hacia el Vilas más rompedor de sus comienzos, sin abandonar su marcado estilo reflexivo, pero dándole una vuelta a las normas literarias. Innovación, se llama. Riesgo. Algo que yo, como lectora habitual de sus novelas, he agradecido. Y es que este viaje al centro de la vida al que nos invita el autor en ciertos momentos, en los que la trama lo requiere, roza la caricatura. Ahí está la maestría del de Barbastro (si no lo pongo, reviento), en incitar a la reflexión desde el disfraz. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm; text-align: start;"><span face="Arial, sans-serif"> No puede dejar indiferente a nadie, y eso es lo que debemos buscar en la literatura: la ruptura de lo convencional, la huida de las tramas planas, los narradores intercambiables… Si lo hace Manuel Vilas, funciona. Y entonces sientes que has terminado de leer un libro de esos que luego vas a echar de menos, porque seamos sinceros, las relecturas de grandes novelas son maravillosas, pero nunca son como la primera vez. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm; text-align: start;"><span face="Arial, sans-serif"> Este libro está de puta madre (guiño) y hoy, en este pequeño rincón de libros y lecturas, aconsejo adentrase en sus párrafos con la mente abierta y un lápiz para subrayar. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm; text-align: start;"><span face="Arial, sans-serif"> Gracias Manuel, haces que tus lectores sigamos creyendo que hay otros caminos posibles en la rutina literaria. <o:p></o:p></span></p></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /><br /><br /><br /> <p></p>RitaPiedrafitahttp://www.blogger.com/profile/18090061839151448436noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1864133293700442881.post-28543056085345618952023-01-23T16:53:00.000+01:002023-01-23T16:53:01.998+01:00Nosotros en la noche, Postales de inviernos. Dos reseñas breves <p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgA0frjeYgVCbviQV9M_v9fvhHMDXKhkGdhz6YdsZRwYRvfMFu5HBBwdiilbZlJhqn6YPVcSmHdR5haBRTteuqm7c7TMVH2JwghA0xDpl0Nn-59vIYjRoMoyRifARDFnkDh7q9kLuq2d51H_rC42NWtqnZWrVbLbJki-BXJbkMzZmCPNFl1fD0niJ9OOg/s2048/EF1B4776-C452-46AA-A7E8-95B66C697D10.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Reseña nosotros en la noche" border="0" data-original-height="1628" data-original-width="2048" height="318" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgA0frjeYgVCbviQV9M_v9fvhHMDXKhkGdhz6YdsZRwYRvfMFu5HBBwdiilbZlJhqn6YPVcSmHdR5haBRTteuqm7c7TMVH2JwghA0xDpl0Nn-59vIYjRoMoyRifARDFnkDh7q9kLuq2d51H_rC42NWtqnZWrVbLbJki-BXJbkMzZmCPNFl1fD0niJ9OOg/w400-h318/EF1B4776-C452-46AA-A7E8-95B66C697D10.jpeg" title="Reseña postales de invierno" width="400" /></a></div><br /> <span><a name='more'></a><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 29.333336px; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 32px;">Comienzo aquí, ante la falta de tiempo por motivos laborales, alegraos por mí, una nueva sección de reseñas que breves que inundaran mis redes (Facebook e intagram @Rita_Piedrafita) y que recopilaré aquí, ya sabéis, el instante de la red donde un post dura 48 horas, para quien quiera revisarlas más tarde.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 29.333336px; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 32px;">Empiezo por un tándem de dos novelas que me han gustado mucho por cómo me narran la historia, mucho más interesante, en las buenas obras, que la propia historia. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 29.333336px; margin: 0cm; text-align: justify;"><b><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 32px;">Postales de invierno de Ann Beattie</span></b><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 32px;"> narra la vida complicada de su protagonista metido en el bucle sin salida de sus 30 años. El tema de central de la obra podría ser el amor no correspondido que Charlie, nuestro protagonista, siente por Laura. Y Beattie nos cuenta la trama de tal manera que este amor relación acaba siendo un personaje más. La mayor parte de la trama está contada con el diálogo como casi único recurso. Interesantísimo. Fantástico como las conversaciones entre los diferentes personajes pueden componer una narración completa. No le hace falta describir ni personajes ni escenarios, alguna pincelada suelta. Todo lo deduces de las conversaciones que mantienen entre ellos. Sabes cómo son, cómo piensan, cómo actúan. En este libro, además, la psicología de sus protagonistas tiene un peso enorme. Y eso hace que esta novela sea una obra diferente no solo por su estilo tan personal, sino también por la profundidad en la que se sumerge una trama aparentemente sencilla. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 29.333336px; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 32px;">“Nosotros en la noche”, de Kent Haruf, parte de una premisa muy sencilla, la soledad en la vejez. Pero Haruf se «olvida» de los guiones de diálogo y, si me apuras, hasta de las acotaciones de este. El diálogo como punto fuerte demostrándome que no solo no es necesario cumplir las normas si las rompes con cordura y elegancia, sino que las acotaciones se pueden suprimir si sabes cómo narrar. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 29.333336px; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 32px;">Una obra intimista que transcurre en una típica ciudad estadounidense en la que no hay nada más que hace que cotillear al vecino. ¿Qué hacen dos personas de 70 años para paliar su soledad? Hacerse compañía, sin más. De nuevo una trama extremadamente sencilla que es narrada con tal maestría que te acabas enamorando de sus protagonistas. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 29.333336px; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 32px;">Frase corta, contundente y de nuevo la conversación entre personajes como parte fundamental del libro.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 29.333336px; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 32px;">Dos obras interesantes que me reafirman en algo que siempre defiendo: que innovar en literatura, supongo que como en todo, es obligado y que no son necesarias 700 páginas para llegar al lector. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 29.333336px; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 32px;">Conmovedoras sin sensiblería de mercadillo. Bonitas sin aspavientos. Breves.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 29.333336px; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 32px;">Añado a modo de postdata que Nosotros en la noche tiene una película que es bonita si no has leído el libro. Como es habitual. <o:p></o:p></span></p><br /><br /></span><p></p>RitaPiedrafitahttp://www.blogger.com/profile/18090061839151448436noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1864133293700442881.post-1256665465354366042022-11-10T12:42:00.001+01:002022-11-10T12:42:11.757+01:00La ventana inolvidable de Menchu Gutiérrez, una metáfora continua que viaja a través de nuestras ventanas<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNZqGyJrzHpK2Q1seio5e48prO4II-aSkUEJn5TKsY15L2q6JyTiM6OlKOv4EGkAjw3AN-RhuSX3yCIXSfbRdWO88kB3AyV8EWwE7MwF5cEgprSXUZkG0zuJPFRb9YTT3cBTE3CRcUjGJ8FT9WmxH2nJkpmSMVFTrueZ-rqyIU6W44DrZtXe5JDExi_Q/s1000/ventanaInolvidable.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1000" data-original-width="604" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNZqGyJrzHpK2Q1seio5e48prO4II-aSkUEJn5TKsY15L2q6JyTiM6OlKOv4EGkAjw3AN-RhuSX3yCIXSfbRdWO88kB3AyV8EWwE7MwF5cEgprSXUZkG0zuJPFRb9YTT3cBTE3CRcUjGJ8FT9WmxH2nJkpmSMVFTrueZ-rqyIU6W44DrZtXe5JDExi_Q/w193-h320/ventanaInolvidable.jpg" width="193" /></a></div><p></p><span><a name='more'></a></span><span><br /></span><div><p class="MsoNormal" style="line-height: 200%;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Menchu Gutiérrez gana “Con la
ventana inolvidable” el Premio de Novela Ciudad de Barbastro 2022. Este premio
no defrauda. Nunca. Jamás. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Si una
echa la vista a atrás y repasa los ganadores de los últimos años no hay
excepción que confirme la regla, todos son buenos libros. Con un punto de
contraste, el galardón este año da un giro que lo vuelve, si cabe, más
atractivo, porque en la buena narrativa cabe de todo. La literatura que más nos
gusta se esconde tras la ciencia ficción (Membrana, Jorge Carrión, ganador del
certamen en 2021) o tras la reflexión profunda a la que nos invita Gutiérrez. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">El
jurado de este prestigioso premio ha elegido esta vez una magnifica obra de las
que dejas en a mano para volver a ella de manera aleatoria, leer y reflexionar.
Es un nuevo yoga, una nueva forma de meditación guiada. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Menchu
Gutiérrez, en una metáfora infinita, nos invita a reflexionar sobre la vida a través
de las ventanas. Una narradora, M., sin nombre ni apellidos, solo una silaba
que vislumbra el posible poso autobiográfico de la novela, que narra en primera
persona convirtiéndose, cuando la lectura lo requiere, en narrador omnisciente para
crear un fascinante juego de voces narrativas. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">M. no
es más que la excusa ya que las verdaderas protagonistas son las ventanas. Las
normales o las extrañas, sencillas o recargadas. Menchu Gutiérrez, con una
cuidadísima prosa en la que el lenguaje poético llena la lectura de evocaciones,
nos invita a mirar, mirar, mirar a través de las ventanas. A observar desde nuestro
yo más profundo mientras nuestros ojos atraviesan ventanales. A reflexionar
sobre lo que pudo ser, sobre lo que será, sobre lo que fue. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">¿Y sí
de repente la vida te impide salir de casa y una ventana se convierte en tu único
contacto con el exterior? ¡Echa la vista atrás!, parece decirnos la autora, ¡recapacita!,
¡aprende! Vive el futuro a través ventanas inolvidables. La de tu habitación
infantil, la de tu primer apartamento o la de la casa de esa amiga de infancia
a la que aún recuerdas con enorme cariño. Eso es esta novela. Una eterna
reflexión basada en las vistas que las ventanas nos ofrecen. Exterior o interior
da igual. Es cuestión de mirar y detenerse. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Hablo
de novela, pero podría hablar, sin equivocarme, de un compendio de relatos
cortos que funcionan perfectamente de manera individual, pero que están colocados
de tal manera que cierran una especie de estructura en anillo de Moebius dando
lugar a una lectura infinita. ¿Podríamos empezar a leer esta obra por las páginas
intermedias y terminarla con el principio? Estoy convencida de que es posible. En
esta narración el planteamiento es el nudo y el nudo es desenlace. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Cierro
el libro y lo deposito, todo subrayado, en mi mesita de noche con la necesidad
de abrirlo por una página al azar cada noche, leerlo y pararme a pensar mientras
observo las farolas encendidas que iluminan unas calles ya vacías. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Este
libro es pura maravilla y hay que leerlo. Sin más. Sin menos. <o:p></o:p></span></p><span></span></div>RitaPiedrafitahttp://www.blogger.com/profile/18090061839151448436noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-1864133293700442881.post-68765897370860972812022-10-17T09:41:00.001+02:002023-10-22T19:54:00.503+02:00 ¿Crónica vampírica o noir rural? Tristán, la ética del monstruo <table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAc2QaaUzQXhnz1xUSuIgzhWp9JiXgql4WntEaBdCvFZkn4b_6x0YhdMx1_eZ_GVWmfmwAhCEpTLDkFyVLYQ96tFt91elZy63JJR3thNpmM1rerfyYY_QCAtTdnM4wTmM35Ia5W_gex6YGv2ko0C9pdtMZVHC-picZdfUA74hR0ElujwqDaAorospEoA/s4032/IMG_3615.heic" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="3024" data-original-width="4032" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAc2QaaUzQXhnz1xUSuIgzhWp9JiXgql4WntEaBdCvFZkn4b_6x0YhdMx1_eZ_GVWmfmwAhCEpTLDkFyVLYQ96tFt91elZy63JJR3thNpmM1rerfyYY_QCAtTdnM4wTmM35Ia5W_gex6YGv2ko0C9pdtMZVHC-picZdfUA74hR0ElujwqDaAorospEoA/w400-h300/IMG_3615.heic" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Tristán, la ética del monstruo de Javier Romero Collazos</td></tr></tbody></table><br /><span><a name='more'></a></span><p><br /></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">Hubo una época de mi vida en la que quise ser vampiro. Ese halo de cultura y magnetismo que rodea a lo que leo de este género me enamoraba. Quizá ahora también quisiera a veces vagar por la noche en busca de mi particular aquelarre. Imaginaciones que una, con la supuesta madurez que te da la edad, descarta. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">Entonces llega Javier Romero Collazos y desbarajusta tu memoria haciéndote desear, de nuevo, como cuando eras joven, pertenecer a esa tribu de ataques nocturnos. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">Esta novela nos narra las peripecias de un joven vampiro en el medio rural siguiendo las pautas clásicas de el más puro estilo de mediados del XX. Una novela costumbrista que una, a priori, no se espera. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">Escenarios pequeños, (el pueblo, el pajar y poco más), personaje marginal, (condenado a ser un punto y aparte por la sociedad), y un breve espacio de tiempo en el que trascurre toda la trama. Añádele, querido lector, el realismo social y ya lo tienes. Costumbrismo puro en un noir rural y de fantasía. Romero Collazos consigue hacer fácil lo difícil. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><i>Tristán, la ética de un monstruo</i> es una novela ante todo muy bien escrita, que luego divago sobre tramas y sinopsis y me olvido de lo más importante. Tremendamente bien escrita. Y se agradece. ¿Está reñida la novela negra con la prosa clara y fluida que no olvida el lenguaje poético? No debería. Y hoy os acerco a este rincón una obra que lo demuestra.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 32px; margin: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">El autor consigue traer a las páginas del libro una novela de corte gótico que no empalaga. ¿El secreto? Llevar al lector, quizá más al de mi generación, a esa esquina del recuerdo que tanto amamos: la juventud en los 80. Todos los que hemos vivido experiencias veraniegas en un pueblo en aquellos años amaremos esta novela, porque… ¿Quién no ha deseado que sean las 8 de la tarde de un verano caluroso para salir a la calle a juntarse con la panda? La música, imprescindible en la trama, los escenarios extrapolables a cualquier entorno rural de la época, los comportamientos…Todo en la trama te arranca la sonrisa de “qué felices fuimos”.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 32px; margin: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">Leer es recordar y volver a vivir y, aunque al leer la sinopsis oficial os parezca increíble, con la última novela de Romero Collazos vives, revives y vuelves a vivir. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 32px; margin: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">Una novela negra impregnada de realismo social y fantasía al mismo tiempo. O, ¿acaso los vampiros existen y conviven con nosotros? Seguiré soñando, me temo. Y en este sueño que permanece, te gusten o no las crónicas vampíricas o la novela negra, te invito a leer con calma esta obra. Porque parte de tu juventud, de tu banda sonora y de tu memoria está en sus páginas. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 32px; margin: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">¡Qué buen hacer el de Javier!<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 32px; margin: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">¿Te animas a soñar a mi lado?<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 32px; margin: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 32px; margin: 0cm;"><b><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">Sinopsis oficial<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 32px; margin: 0cm;"><i><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><span style="background-color: white; line-height: 30.666664123535156px;">A mediados de los años ochenta, la vida transcurre apacible en Albares, un pequeño pueblo en el corazón de la Alcarria. Labores del campo, reuniones en el bar, ferias ganaderas y de artesanía… Pero unas misteriosas desapariciones comienzan a sucederse, y las pesquisas del sargento de la Guardia Civil, Lorenzo Castillo, parecen apuntar hacia el joven Tristán, sobrino de Consuelo, el amor secreto del sargento. Lo que nadie en el pueblo sospecha es que, en realidad, Tristán es un vampiro. Hambriento, cercado, con dudas éticas y enamorado, su vida no resulta sencilla.</span><span style="line-height: 30.666664123535156px;"><br /><span style="background-color: white;">En esta novela, narrada con pulso cinematográfico y repleta de guiños a la cultura popular, Javier Romero Collazos nos presenta una historia de costumbrismo rural con toques fantásticos, primeros amores adolescentes, pasiones que vuelven en la madurez y misterios que van más allá de la sangre.</span></span><b><o:p></o:p></b></span></i></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 32px; margin: 0cm;"><o:p><i><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"> </span></i></o:p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 32px; margin: 0cm;"><o:p><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"> </span></o:p></p><span><!--more--></span>RitaPiedrafitahttp://www.blogger.com/profile/18090061839151448436noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1864133293700442881.post-30063427440576856862022-09-27T09:55:00.010+02:002023-10-22T19:54:15.000+02:00Yoga de Emmanuel Carrère, reseña breve <p> </p><p><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6JgkQOxEn6Dn1Uutzjp9FExiwFlYTz-v5twdmyyippcDzrmCDTNqc4X9IUvw0rzAmj930SV0qs5-Jgl7GeWCyg8CMjZw6R1EY6EobTcrvuj1_CpK8D4xsWYN8q4yUbBg7zl6rBEM_kbtXZR1A_MdlfRq9-ERRPL2eaXuxyKWSUbYPFV9xwJ_5fgg02g/s3024/F2500A50-FE13-470A-9EEB-D11E05F0968E.jpeg" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="3024" data-original-width="3024" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6JgkQOxEn6Dn1Uutzjp9FExiwFlYTz-v5twdmyyippcDzrmCDTNqc4X9IUvw0rzAmj930SV0qs5-Jgl7GeWCyg8CMjZw6R1EY6EobTcrvuj1_CpK8D4xsWYN8q4yUbBg7zl6rBEM_kbtXZR1A_MdlfRq9-ERRPL2eaXuxyKWSUbYPFV9xwJ_5fgg02g/w400-h400/F2500A50-FE13-470A-9EEB-D11E05F0968E.jpeg" width="400" /></a></div><p></p><span><a name='more'></a></span><p><br /></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 14pt; line-height: 28px;">YOGA DE EMMANUEL CARRÈRE<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 14pt; line-height: 28px;"> </span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 14pt; line-height: 28px;">¿Por qué leer Yoga de Emmanuel Carrère?<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 14pt; line-height: 28px;"> </span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 14pt; line-height: 28px;">Quizá de este libro destacaría su estructura. A mí me gusta mucho la escritura fluida de Carrère, esa forma de narrar la no ficción de forma tal que dudas como lector de si es ficción, pero en este caso creo que la estructura de esta novela es tal que invita a seguir leyendo. Anticipa. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 14pt; line-height: 28px;">Lo que empieza como un casi ensayo sobre técnicas de Yoga y meditación, el autor se traslada de manera voluntaria a un centro de aislamiento total para meditar: no móviles, no palabras, sí al encuentro contigo mismo, acaba de manera brusca por el atentado contra de Charlie Hebdo. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 14pt; line-height: 28px;">Así el autor establece unos cambios de ritmo y registro que se me antojan casi imposible. Una está tranquilamente leyendo sobre taichi y meditación impuesta y de repente comienza a sufrir las bofetadas de la vida con el propio autor. Lo que era paz y amor se transforma en autoficción. Lo que era respiración controlada ahora es depresión profunda, lo que era hastío por el silencio provocado de repente es un enorme problema de salud mental. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 14pt; line-height: 28px;">Como siempre en la literatura de Carrère se huye de la autocompasión y de la sensiblería barata y se cuenta la realidad tal y como es. La calma de YOGA, la profundidad de la depresión, la importancia de la salud mental viajan del planteamiento de la obra hacia el nudo de tal forma que en una intuida segunda parte de la obra el lector tiene la sensación de ruptura total de la estructura que da pie a una obra completamente nueva cuya trama ha cambiado del todo. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 14pt; line-height: 28px;">Pero es Carrère y sabes que hace las cosas bien así que sigues leyendo mientras esperas un nuevo giro. Y ahí está. Soberbio. La isla de Lesbos y la crisis de los refugiados hacen crean un punto de retorno natural hacia el comienzo del libro. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 14pt; line-height: 28px;">De yoga a autoficción y de ahí a la meditación personal. Al conocimiento de uno mismo.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 14pt; line-height: 28px;">Pausada, estudiada…<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 14pt; line-height: 28px;">Me ha encantado volver después de un tiempo a las letras de Emmanuel Carrère. Espero sacar tiempo para retornar pronto a su obra. Sin duda #recomiendoleer a este autor. Nunca me defrauda. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 14pt; line-height: 28px;">#Reseña #Bookstagram #yoga #meditación<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm;"><br /></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 14pt; line-height: 28px;"><a href="https://www.instagram.com/p/Ci-R-zZKKDO/?igshid=YmMyMTA2M2Y=">https://www.instagram.com/p/Ci-R-zZKKDO/?igshid=YmMyMTA2M2Y=</a></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 14pt; line-height: 28px;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 14pt; line-height: 28px;"><br /></span><p></p><p><span style="font-family: arial; font-size: medium;">Esta breve reseña inaugura una serie de reseñas pensadas para redes (en menos de 2.200 caracteres) que se perderían (malditas benditas redes) de no ser por el blog. Habrá que hacer una pestañita, digo yo. </span></p>RitaPiedrafitahttp://www.blogger.com/profile/18090061839151448436noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1864133293700442881.post-19945452564151536252022-08-02T19:52:00.005+02:002022-08-02T21:44:56.789+02:00Malasanta, la vida según Antonio Tocornal<p> </p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNEqHp3rr9xwxdLrrE_aScSiWbrz3aQFq57CB1hjLAVSEON_7Gh9WbhQTO7N5n7v-uK7X0qWTDF6S2G3OhxcSdMrkK1O9AiFSTE1p-DU9NpQDspJtfNQcK-zQdfWqtxeTE2ZhOrEfeRaJsPc2U6JgsLFTJ4CsEffso3LkyDHPVwFBa2tjn7p87dGDQoA/s2048/D12162BA-64F9-4005-B291-B27082EA24FD.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Reseña de Malasanta de Tocornal" border="0" data-original-height="1536" data-original-width="2048" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNEqHp3rr9xwxdLrrE_aScSiWbrz3aQFq57CB1hjLAVSEON_7Gh9WbhQTO7N5n7v-uK7X0qWTDF6S2G3OhxcSdMrkK1O9AiFSTE1p-DU9NpQDspJtfNQcK-zQdfWqtxeTE2ZhOrEfeRaJsPc2U6JgsLFTJ4CsEffso3LkyDHPVwFBa2tjn7p87dGDQoA/w400-h300/D12162BA-64F9-4005-B291-B27082EA24FD.jpeg" title="Reseña de la novela Malasanta de Tocornal" width="400" /></a></div><br /><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><br /></span><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><span></span></span></p><a name='more'></a><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span><div><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></div><div><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 150%;">La vida es dura, eso es así,
aunque a veces las tazas happy del desayuno nos pretendan decir lo contrario.
La vida es extraordinariamente dura. Y para unos más que para otros. Por eso me
encantan las novelas que me hablan de la vida sin aderezos. Y Malasanta lo
hace, y de qué manera.<o:p></o:p></span></p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 150%;">Llegué a esta novela por el
nuevo boca-oreja de las redes sociales, todos estaban encantados con Antonio
Tocornal, ese autor que me había cautivado con un relato hiperbreve aunque yo,
antes de comprar su ultima novela, no lo relacioné. Debí hacerlo. Tocornal si
algo hace bien es manejar las palabras a su antojo. Ese estilo es casi inconfundible.
<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 150%;">La obra narra la vida en seis
etapas de la protagonista, Malasanta, que se cría en un prostíbulo, La Ciénaga.
5, 15, 25, 35, 45 y 55 años de una persona completamente rota. Porque la vida,
como os decía, es dura. Desde los años 60 hasta nuestros días Antonio Tocornal,
con un lenguaje rico pero asequible, nos dibuja la vida de esta prostituta ya
desecha. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 150%;">Soledad, fragilidad, prostitución,
son muchos los temas tratados en esta novela breve, y todos ellos descarnan al
lector. Se pueden alabar muchos aspectos de Malasanta pero destaco la
inteligencia del autor para narrar lo más marrano de la sociedad con una enorme
limpieza. Es como si el poder de su narrativa fuera por un lado y la trama por
otro. Pero confluyen. Casan. Encajan. Seamos sinceros, la historia es tan ruda
que solo un estilo elegante la puede contar. Elegante, sí, queridos lectores,
esa es la palabra. Antonio Tocornal, narrativamente hablando, es un tipo
elegante que sorprende al lector destilando pureza en sus palabras. ¿Cómo una
trama tan sórdida puede ser contada de manera tan pulcra? La respuesta es
dominando la lengua. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 150%;">Refuerza el autor los sucesos tirando
de cierto simbolismo y así el lector se topa con nombres que definen y con
objetos que permanecen presentes a lo largo de toda la lectura. Inteligencia,
os decía. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 150%;">Malasanta es una novela dura,
de esas de puñetazo en el estómago, no lo voy a negar, y quizá por eso es necesaria,
porque nos da una visión de la realidad que a veces rehuimos de manera intencionada.
Hay que conocer todo lo que nos rodea, lo bueno, lo regular y lo malo. Hay que percibir
la luz, pero también la niebla. Y de corazón os digo que Tocornal es único para
eso porque pese a la miseria narrada la lectura resulta grata. Cada una de las seis
partes puede ser tratada como un relato corto nacido para formar parte del
conjunto final. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 150%;">Bien la historia, bien la
estructura, bien el lenguaje… Qué queréis que os diga. Es el momento de leer
Malasanta y descubrir que la literatura actual se escribe con mayúsculas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 150%;">Antonio Tocornal es un autor muy
premiado (Malasanta es la obra ganadora del XLI Premio de Novela Felipe Trigo)
y yo no puedo evitar pensar: y lo que le queda, lectores, ¡y lo que le queda! <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><span style="font-family: arial; font-size: medium; line-height: 150%;"><o:p> </o:p></span></p></div>RitaPiedrafitahttp://www.blogger.com/profile/18090061839151448436noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1864133293700442881.post-24732320707176237902022-06-08T22:37:00.002+02:002022-06-08T22:42:53.439+02:00¿Qué es Mostaza? (Quizás este texto NO sea una reseña)<p><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgLPhWFdjk_slEANsFq3ZU65_Oo53YOC8nOVv5i3-HiBlTK0Rt8S5nm4hxVioItzKcdvZYuB09ZxfpJIhkplFdHEYB5PDauD5t84svAzGd5I0nDqCeZB-r_M-1SXonoYXPSa06RObgD7l-qVdc1n1hPU8HOUR7zPXMMOAA6zTXjOi78DxjyqlFHW1mQCw/s1600/Twitter%20Post%20-%20mostaza.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="900" data-original-width="1600" height="360" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgLPhWFdjk_slEANsFq3ZU65_Oo53YOC8nOVv5i3-HiBlTK0Rt8S5nm4hxVioItzKcdvZYuB09ZxfpJIhkplFdHEYB5PDauD5t84svAzGd5I0nDqCeZB-r_M-1SXonoYXPSa06RObgD7l-qVdc1n1hPU8HOUR7zPXMMOAA6zTXjOi78DxjyqlFHW1mQCw/w640-h360/Twitter%20Post%20-%20mostaza.png" width="640" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><p><br /></p><p><span face="Calibri, sans-serif" style="font-size: 12pt;">¿Qué es</span><span face="Calibri, sans-serif" style="font-size: 12pt;"> </span><i style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 12pt;">Mostaza</i><span face="Calibri, sans-serif" style="font-size: 12pt;">?</span></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm 0cm 6pt;"><b><span style="font-size: 12pt; line-height: 24px;">Es difícil reseñar aquello libros que llevas muy dentro y <i>Mostaza </i>es uno de ellos</span></b><span style="font-size: 12pt; line-height: 24px;">, así que supongo que Mostaza es, ante todo, una buena novela. Una buena novela y algo más. Mucho más.<span></span></span></p><a name='more'></a><o:p></o:p><p></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm 0cm 6pt;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 24px;">Mostaza llega a mi mail como manuscrito y en una primera lectura pienso: “Es cojonudo”. Así. Tal cual. Pero Alvira tiende a la perfección y, tras una larga conversación, cambia Mostaza siguiendo mi consejo lector. Cambia. Leo. Leemos. Cambiamos. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm 0cm 6pt;"><b><span style="font-size: 12pt; line-height: 24px;">Eso es <i>Mostaza</i>. El resultado de la perfecta conjunción entre lectora y autor</span></b><span style="font-size: 12pt; line-height: 24px;">. Y mucho más. (Reitero)<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm 0cm 6pt;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 24px;">Mikel Alvira nos guía, palabra a palabra, párrafo a párrafo a diferentes rincones de la vida. Bonitos, feos, amables o duros. Y lo hace con el ritmo de una prosa rota por frases cortas y ausencia de guiones. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm 0cm 6pt;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 24px;">Narrada desde la originalidad del salto de norma, el lector penetra en una finca con un enorme campo de mostaza, el escenario perfecto para acoger personajes. En este momento Mostaza es una planta. Y mucho más. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm 0cm 6pt;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 24px;">Y son esos personajes, junto a la <b>creatividad narrativa</b>, el punto fuerte de esta novela. Valerio y Mercedes, Tino y Marcela, Enrique y Rosa. Parejas de personajes que funcionan, a su manera como actores principales en esta obra. Valerio y un TOC que le invita a contar todo a su alrededor. A obsesionarse. A mirar de otra forma. Valerio, siempre con Mercedes presente. Valerio que siente que su hija no está y teme que nunca más esté. Tino y su visión de la vida. O la fragilidad de una Rosa aparentemente fuerte. Y la vida dando palos. Y eso también es <b><i>Mostaza</i></b>, la vida dando palos. Y sus personajes, todos y cada uno de ellos. Pero a su vez es también la finca en la que transcurre la acción y que acaba siendo parte indispensable de la trama. Un personaje más. Un actor secundario. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm 0cm 6pt;"><b><i><span style="font-size: 12pt; line-height: 24px;">Mostaza</span></i></b><span style="font-size: 12pt; line-height: 24px;">. ¿Por qué Mostaza?, me pregunté la primera vez que la leí. Luego entendí que esa palabra era necesaria. Alvira nos regala una obra de soledad que necesita, como todas las soledades, aportes de luz. Y de repente <b><i>Mostaza </i></b>es un color, es luz en la oscuridad, es una vía de escape. Es la luz al final del túnel, la pequeña rendija que aporta esperanza. Pocos títulos tan bien elegidos. Ha hilado fino ahí Alvira. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm 0cm 6pt;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 24px;">He leído varias veces este libro y cada lectura me hace descubrir algo nuevo, me hace cuestionar ideas, me remueve emociones. Entonces pienso que <b><i>Mostaza</i></b> es literatura en su primera acepción del Diccionario de la RAE <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm 0cm 6pt;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 24px;">(</span><b><span face=""Arial Unicode MS", sans-serif" style="font-size: 13pt; letter-spacing: 0.2pt; line-height: 26px;">1. </span></b><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; line-height: 24px;">f.</span><span face=""Arial Unicode MS", sans-serif" style="background-color: white; font-size: 13pt; letter-spacing: 0.2pt; line-height: 26px;"> </span><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; line-height: 24px;">Arte</span><span face=""Arial Unicode MS", sans-serif" style="background-color: white; font-size: 13pt; letter-spacing: 0.2pt; line-height: 26px;"> </span><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; line-height: 24px;">de</span><span face=""Arial Unicode MS", sans-serif" style="background-color: white; font-size: 13pt; letter-spacing: 0.2pt; line-height: 26px;"> </span><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; line-height: 24px;">la</span><span face=""Arial Unicode MS", sans-serif" style="background-color: white; font-size: 13pt; letter-spacing: 0.2pt; line-height: 26px;"> </span><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; line-height: 24px;">expresión</span><span face=""Arial Unicode MS", sans-serif" style="background-color: white; font-size: 13pt; letter-spacing: 0.2pt; line-height: 26px;"> </span><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; line-height: 24px;">verbal</span><span face=""Arial Unicode MS", sans-serif" style="background-color: white; font-size: 13pt; letter-spacing: 0.2pt; line-height: 26px;">.</span><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; line-height: 24px;">)<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm 0cm 6pt;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; line-height: 24px;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm 0cm 6pt;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; line-height: 24px;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dyDCjrNQonFRyqKAM0OHWgWWI1FPzdSbAXVgf_xKFUK-QfyWK2zb3d77gSXVpi7Hs8LQnmQrw-RR3zFFRrAzQ' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br />O <span style="font-size: 12pt; line-height: 24px;">mejor le añado la mayúscula, ¿por qué no? <b>Mostaza es Literatura</b>. Porque tiene todo lo que las grandes obras deben tener. Tiene la trama, para mí lo menos importante de esta obra, las historias no contadas, el golpe en la cabeza de quien lee. Posee la fuerza narrativa y la prosa contundente. Números, elipsis, saltos temporales y emociones. Todo convive en esta novela corta que, gracias al buen hacer del escritor, deja en los labios lectores un ligero regusto a mostaza, áspero y picante. Porque ahora Mostaza es un sabor. </span><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; line-height: 24px;"><o:p></o:p></span><p></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm 0cm 6pt;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 24px;">¿Te atreves a probarla? <o:p></o:p></span></p><span><!--more--></span>RitaPiedrafitahttp://www.blogger.com/profile/18090061839151448436noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1864133293700442881.post-7838055525813842552022-05-06T19:25:00.003+02:002022-05-06T19:27:57.864+02:00Sostika, una bonita novela de Patricia de Blas<p><br /></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif"> </span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span face="Arial, sans-serif"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEguH-tY0FCxA1j3ojFtGU1O7gXFqXi6XOWDjDelobgRweSpOaLFTpTF9ywcMCzfEJmKGqgEhbUtJNsr1j-Z7sCEp-9GjLFBzpEREeW2o3inukQff3u7bbx7k5Dy03HUKiUmcnXjY6ZIwbTF2-puhAHzoXWwj0bXIAFPN6ktWOpeIuLaaDcutGwJsyItpw/s1200/la-novela-con-sostika-de-la-bilbilitana-patricia-de-blas%20(1).jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="630" data-original-width="1200" height="210" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEguH-tY0FCxA1j3ojFtGU1O7gXFqXi6XOWDjDelobgRweSpOaLFTpTF9ywcMCzfEJmKGqgEhbUtJNsr1j-Z7sCEp-9GjLFBzpEREeW2o3inukQff3u7bbx7k5Dy03HUKiUmcnXjY6ZIwbTF2-puhAHzoXWwj0bXIAFPN6ktWOpeIuLaaDcutGwJsyItpw/w400-h210/la-novela-con-sostika-de-la-bilbilitana-patricia-de-blas%20(1).jpeg" width="400" /></a></span></div><span face="Arial, sans-serif"><br /></span><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm;"><i><span face="Arial, sans-serif" style="font-family: arial; font-size: medium;">“Las fotografías son como las novelas.<o:p></o:p></span></i></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm; text-indent: 35.4pt;"><i><span face="Arial, sans-serif" style="font-family: arial; font-size: medium;">Hay millones de ellas por todo el mundo que no significan nada y muy pocas veces tienes una entre las manos que lo cambia todo.”<o:p></o:p></span></i></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm;"><i><span face="Arial, sans-serif" style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span></i></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-family: arial; font-size: medium;">Qué bonita es esa sensación de comenzar un libro y pensar: ay, que esta novela me va a gustar. Seguro que entiendes lo que quiero decirte. Existen libros con cierto ritmo entre sus líneas que encajan perfectamente contigo. Y te dejas llevar. Todo fluye. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-family: arial; font-size: medium;">Algo así me pasó con Sostika. Ya desde el primer momento en que la novela estuvo en mis manos algo salió bien. La portada es preciosa y el título sugerente. Tenía papeletas. Lo que no me esperaba tras las primeras páginas era la fuerza que la historia, poco a poco, despacito y con buena letra, iba a tomar.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-family: arial; font-size: medium;">Sostika es una novela en la que la escritora, Patricia de Blas, hace lo difícil sencillo. Déjame que te explique. Sinopsis brevísima: Sofía vuelve a Nepal en busca de una niña a la que había fotografiado un par de años antes en un campo de refugiados. ¿El motivo? La fotografía había sido premiada y la fotógrafa, a caballo entre el altruismo y la ética de su profesión, decide entregar el dinero ganado con el mismo a la protagonista de su foto. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-family: arial; font-size: medium;">Así, emprende un viaje que la lleva de nuevo a un Nepal en el que fue feliz. Y aquí la autora toma con pulso firme las riendas de una historia que se hace grande conforme avanza. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-family: arial; font-size: medium;">Si la trama central de la obra es bonita, la trama paralela lo es aún más, porque de Blas nos muestra a dos Sofías con tendencia a separarse pero que permanecen unidas. Y dos historias que siguen el mismo patrón diseñado por la protagonista, el Nepal de antes y el Nepal de ahora, El Nepal de ahora y Zaragoza. Nepal y Zaragoza deberían separarse y, pese al empeño de Sofía, permanecen siempre unidas.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-family: arial; font-size: medium;">Y avanzas la lectura, y pasas páginas y quieres seguir leyendo pese a que ya hay un nudo en tu garganta, pese a que sabes que Patricia te está mostrando una faceta de la caridad que no te gusta, pese a que reconoces que tiene razón.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-family: arial; font-size: medium;">Sostika huye de la vía fácil y muestra al lector, más bien da pinceladas, cómo no le damos importancia a actos ajenos que en nuestras acomodadas vidas de progreso están mal vistas. Nos parece intolerable compartir una imagen de un menor de nuestro barrio en redes pero dan la vuelta al mundo las imágenes de miles de niños desfavorecidos a los que, por supuesto, nadie pide una firma de autorización de protección de datos. Plaf. Sobredosis de realidad. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-family: arial; font-size: medium;">Huye también de la vía fácil por otro camino más peliagudo. Patricia de Blas podría haber narrado esta bonita historia sin más y ya tendría un buen libro, pero arriesga y nos cuenta un viaje paralelo al interior de Sofía. A sus dudas. A sus miedos. Las mismas dudas y miedos que todos sentimos. Y lo hace con la suavidad de quién no quiere ni atacar ni imponer, solo mostrar. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-family: arial; font-size: medium;">Me parece que tiene un mérito extraordinario marcarse esta “opera prima” por tantos aspectos que me temo, querido lector, que te aburriría si los numerara todos aquí, me toca elegir: me quedo con la tremenda madurez narrativa, con la serenidad de la prosa, con el acertado <i>in crescendo</i> del ritmo y sobre todo con ese margen de decisión que le deja al lector. Me gustan los libros que dejan que sea yo quién decida y Sostika, sin duda, lo hace. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-family: arial; font-size: medium;">Hay que entrar de lleno en las múltiples capas de esta obra, seguro que disfrutáis cada una de ellas. (Fue galardonada con el primer premio de literatura de Instituto Aragonés de Juventud)<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-family: arial; font-size: medium;">Y es que este libro es bonito. Es muy bonito. Y solo por eso merece la pena leer Sostika. Pero es que esconde mucho más. Sentaos a disfrutar de esta novela. Espero que al leer sus primera paginas pensáis: Ay, que esta novela me va a gustar. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"> </span><span style="font-family: Calibri, sans-serif;"><o:p></o:p></span></span></p>RitaPiedrafitahttp://www.blogger.com/profile/18090061839151448436noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1864133293700442881.post-59066158821692851932022-05-01T21:14:00.000+02:002022-05-01T21:14:02.075+02:00El inmoralista, reseña de la obra de André Gide <p> <span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt;"> </span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_LBR-JG_MTOQmezI3SJdz_faR9s0UELTFHZWliqJvuNSC2_Y89PpY4EHevQDbjt_DoDO6E5N5pcU1iX4W7y6uCbd5DFOJ6WOw7hdRXYQ2hU5os-OxaFN7djp6BUQ7uL84QpcGl8yGe0i5dHaGA7-rF6QeD8a98B4Hd8P5BOMROhKyZBMyR-AY7-bEGQ/s707/Inmoralista.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="707" data-original-width="415" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_LBR-JG_MTOQmezI3SJdz_faR9s0UELTFHZWliqJvuNSC2_Y89PpY4EHevQDbjt_DoDO6E5N5pcU1iX4W7y6uCbd5DFOJ6WOw7hdRXYQ2hU5os-OxaFN7djp6BUQ7uL84QpcGl8yGe0i5dHaGA7-rF6QeD8a98B4Hd8P5BOMROhKyZBMyR-AY7-bEGQ/w188-h320/Inmoralista.jpeg" width="188" /></a></div><br /><p></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; margin: 0cm;"><o:p> </o:p></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm; text-align: justify;"><b><i><span style="font-family: Arial, sans-serif;">"Para el que ha sido tocado por las alas de la muerte, lo que parecía importante, deja de serlo. Otras cosas que no parecían importantes o que ni tan siquiera sabíamos que existían lo son ya. El cúmulo sobre nuestro espíritu de todo el conocimiento adquirido se agrieta como el maquillaje y va dejando ver la propia carne, el ser auténtico que permanecía escondido”<o:p></o:p></span></i></b></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;"> </span></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;">El inmoralista de André Gide ha sido, sin duda, una buena lectura a la que debo, también sin duda, darle 3 o 4 lecturas más. Y esto lo digo sin ser yo amante de las lecturas que llevan por bandera la filosofía. “El inmoralista” la lleva y bien izada, y pese a eso, la he disfrutado muchísimo. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;">El inmoralista nos muestra una metamorfosis muy alejada de la kafkiana. Aquí la transformación no viene de una sociedad que debe adaptarse a la metamorfosis brutal de un individuo sino de la adaptación al cambio del propio individuo. Dos lecturas totalmente diferentes que, sin embargo, se complementan. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;">Michel (Gide) se siente obligado a casarse para satisfacer los últimos deseos de un padre moribundo, y este acto supone un enorme cambio en su hasta ahora espiritual vida. De una existencia basada en la erudición y los libros salta a una vida cotidiana y terrenal en su luna de miel. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;">Durante este viaje a través de diferentes puntos de África, contrae la tuberculosis, excusa que aprovecha el autor para que nuestro protagonista, Michel/André Gide, comience a sentir la vida de una manera diferente. Su prioridad ya no es alimentar su espíritu, sino cuidar de un cuerpo que se ha debilitado en demasía. Lo que parecía importante deja de serlo. Aquí Michel, narrador en primera persona de hechos, sentimientos y sensaciones, se presenta ante el lector con todas sus debilidades y con una apenas insinuada tendencia sexual, la homosexualidad y su atracción ¿sexual? hacia los niños. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;">A pesar de este nuevo conocimiento de su propio cuerpo y a la nueva apreciación de emociones hasta ese momento inexistentes, Michel se niega a renunciar a los cuidados de su fiel esposa. (La lucha entre el cuerpo y el espíritu es continua en todas la novela) Y aquí mi yo lector cree entiender a la perfección el título del libro. ¿Hay algo más inmoral que el permanecer al lado de alguien por interés? ¿Hay moralidad en ocultar tu condición sexual para seguir recibiendo atenciones y cuidados de quienes te rodean? ¿Es amoral fingir ante una sociedad de cuya imposición quieres huir pero que a su vez te hace aportes que sientes necesarios?<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;">Nos regala André Gide un perfecto desdoble literario adoptado por un solo personaje. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;">Cuando nuestro narrador protagonista se reencuentra con Menalque (<i>Wilde</i>) su vida da un nuevo cambio, y aquí mi yo lector piensa que quizá Menalque sea el verdadero inmoralista de esta novela. Menalque, os decía, vuelve a resucitar en Michel el deseo luchar por la total libertad desprendiéndose de todo lo adquirido. El protagonista de esta historia, recordemos, viene de la alta sociedad y arrastra toda una vida de imposiciones morales, materiales y educativas de las que desea desprenderse.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;">He acabado el libro creyendo firmemente que es una buena lectura de la que se me escapa mucho, tal vez por esa huida personal de la filosofía en la lectura. Me ha gustado muchísimo el tono narrativo, que es lo que le da verdadero valor a una historia de trama en principio bastante sencilla. El propio Michel narra los hechos con tanta naturalidad y tan alejado de la culpa que el lector se plantea si ha logrado la total libertad. Pero entonces, ahí nos muestra Gide una pincelada de arrepentimiento que deja tus conclusiones en el aire. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;">No pretende este libro aleccionar, al menos así lo he sentido yo, ni imponer, tan solo mostrar a los lectores dos vertientes de la existencia: la espiritual y la física. Y de ambas hay que cuidar. Obra breve y sencilla en la parte lectora, complicada en la parte interpretativa. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;">¿Qué queréis que os diga? Que os recomiendo leerla y quién sabe si luego la leamos dos, tres o cuatro veces. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;"> </span></p>RitaPiedrafitahttp://www.blogger.com/profile/18090061839151448436noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1864133293700442881.post-60094441991188062712022-02-17T17:00:00.004+01:002022-02-17T17:01:55.292+01:00¿Y si el fin del mundo no fuese tal y cómo lo esperamos?, Reseña de Hopper y el fin del mundo de Fedosy Santaella<blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px;"><p style="text-align: left;"> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjw3TVUi4IS7t7qlYZ4zMuqResTEgBIK06SU14v-8JPsNOPth8R_McbycQsMrhIusaIhkQ0eSOxf5gpiHHXRbpjNRFgpQnivXHDYRQJc9R8fT9eqqIVS--kU2LZLryAD3i4TxgY_hix0uxvG98hvgkldOFnQGVVcdoN6z9l4XDZM7YPjpVmiFnKa6RNPA=s3860" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Portada de Hopper y el fin del mundo" border="0" data-original-height="2730" data-original-width="3860" height="283" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjw3TVUi4IS7t7qlYZ4zMuqResTEgBIK06SU14v-8JPsNOPth8R_McbycQsMrhIusaIhkQ0eSOxf5gpiHHXRbpjNRFgpQnivXHDYRQJc9R8fT9eqqIVS--kU2LZLryAD3i4TxgY_hix0uxvG98hvgkldOFnQGVVcdoN6z9l4XDZM7YPjpVmiFnKa6RNPA=w400-h283" title="Reseña de Hopper y el fin del mundo de Fedosy Santaella" width="400" /></a></div><br /><i style="font-family: Calibri, sans-serif; text-align: justify;"><blockquote>“El final no destruyó. No hubo zombies ni guerras. Tampoco bajó una nave nodriza y liberó cientos de miles de naves más pequeñas que saltaron sobre las ciudades con su muerte de rayos calóricos. Nada de eso fue, nada de lo que imaginamos hasta el hartazgo en libros y películas.”</blockquote></i><p></p><span><a name='more'></a></span></blockquote><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 32px; margin: 0cm; text-align: justify;"><i> </i></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 32px; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">¿Y si el fin del mundo no fuese tal y cómo lo esperamos? Con esas palabras, con un fin del mundo sin destrucción, comienza Fedosy Santaella su nueva novela <b>“<i>Hopper y el fin del mundo</i>” </b>en la que, nuevamente, invita al lector a coger lápiz y postit para guardar esa multitud de reflexiones maravillosas que aparecen de manera habitual en su obra. <o:p></o:p></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 32px; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Fedosy escribe bien, eso es un hecho. Maneja las palabras de manera elegante, pero usa su literatura para mucho más. Como el mismo dice “la literatura deber ser un compromiso con lo humano”. Dicho y hecho. En cada una de sus obras lleva esta máxima hasta el límite, pero en <b><i>“Hopper y el fin del mundo”</i></b> tensa un poco más la cuerda. Te invita este autor a un viaje diferente, un viaje hasta la precuela/secuela de un imaginado fin del mundo con supervivientes. Son pocos, pero están. Incluso se molestan unos a otros. <o:p></o:p></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 32px; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Una mujer que quiso ser bailarina y un hombre solitario que decide ser camarero en un mundo casi vacío son los personajes encargados de guiarte en este inusual caos. La vida a terminado tal y como la conoces, no hay dinero que valga ni casas en propiedad. No hay que acudir a un puesto de trabajo. Pero la vida debe seguir. <o:p></o:p></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 32px; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">El azar une a nuestros dos protagonistas (antagonistas también) y con continuos flashbacks, reflexiones del autor y diferentes narradores, y este amalgama de personas confusas e historias dolorosas hacen que entres sin llamar, te pongas cómodo y leas, leas, leas. <o:p></o:p></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 32px; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">¿Cómo es posible crear una aleación tal de actos y actores? Porque Santaella sabe, y muy bien, lo que hace. Las diferentes voces narradoras dan una visión caleidoscópica del fin del mundo, de sus días previos y de sus postrimerías. El mundo se muere poco a poco. ¿Se muere? No, lo matamos. <o:p></o:p></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 32px; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Con reflexiones tan acertadas como bonitas, el leguaje poético es sublime en este libro, Fedosy Santaella insta a quien lee a adentrarse en su propio yo.<o:p></o:p></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 32px; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><o:p> </o:p></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 32px; margin: 0cm 0cm 0cm 35.4pt; text-align: justify;"><i>“Soy culpable de no conocerme. De no haber terminado nunca de saber quién era yo en los otros y con los otros”<o:p></o:p></i></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 32px; margin: 0cm 0cm 0cm 35.4pt;"><o:p> </o:p></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 32px; margin: 0cm 0cm 0cm 35.4pt;">Es casi recurrente en su obra, os recomiendo leer “<a href="https://www.palabrasencadena.com/2016/10/los-nombres-de-fedosy-santaella.html" style="color: #954f72;">Los nombres</a>”, en la que<o:p></o:p></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 32px; margin: 0cm;">indaga sobre las raíces familiares, esa lucha personal y profunda del individuo por saber quién es, por conocer hasta el último agujero de su universo interior, y en esta obra no iba a ser menos. Dos individuos que analizan a diario sus qués y sus porqués, que revisionan su pasado, pero, sobre todo, que luchan por sobrevivir a una hostilidad impuesta de golpe. Todo cambia para ellos de un día para otro y pese a eso, la lucha por su libertad no cesa. <o:p></o:p></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 32px; margin: 0cm;"> Es bonito leer a Fedosy Santaella, tan bonito que enamora. Emocionan sus letras. Hacen sentir. Tiene una capacidad extraordinaria para ponerte en el pellejo de sus protagonistas, para que te fusiones, para que seáis uno. Quizá por eso me gusta tanto acercarme a la obra de este venezolano que siempre acaba cruzando el charco para que en España podamos disfrutar de su lectura. <o:p></o:p></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 32px; margin: 0cm;"> En esta ocasión, esta nueva novela corta del autor viene publicada de la mano de Editorial Milenio, así que solo queda bajar a la librería para comenzar a leer a Fedosy Santaella.<o:p></o:p></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 32px; margin: 0cm;">¡Y no te olvides del lápiz y los postit! Los vas a necesitar. Por suerte. <o:p></o:p></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 32px; margin: 0cm; text-align: justify;"> <o:p></o:p></p>RitaPiedrafitahttp://www.blogger.com/profile/18090061839151448436noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1864133293700442881.post-14870452054540003782022-02-10T10:10:00.006+01:002022-02-10T10:12:59.320+01:00Exit, la amoralidad se basa en hechos reales<p> </p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgzGAEGWuROrgrQXOsw1YkAIJTQ9quztuadIVWR4C0ejXCOApcj5nrpexPebTTehPdakX3XAqoZHgaz85E3c2d7xX4PPTLPWuMUI_pikOVD0BjoOoXBWIKW79ViqFtSroNI4W5CIDxx7Lrhccb4jmAkHegAl-FrOVoS4sm5vm35CZXLwIq3MuEBqUl_uw=s600" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Reseña de la serie Exit de Filmin" border="0" data-original-height="337" data-original-width="600" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgzGAEGWuROrgrQXOsw1YkAIJTQ9quztuadIVWR4C0ejXCOApcj5nrpexPebTTehPdakX3XAqoZHgaz85E3c2d7xX4PPTLPWuMUI_pikOVD0BjoOoXBWIKW79ViqFtSroNI4W5CIDxx7Lrhccb4jmAkHegAl-FrOVoS4sm5vm35CZXLwIq3MuEBqUl_uw=w400-h225" title="Reseña de la serie Exit de Filmin" width="400" /></a></div><br /><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 12pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span><p></p><p><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 12pt; text-indent: 35.4pt;"><span></span></span></p><a name='more'></a>Exit es amoral y burra. No creo que haya nada que defina mejor esta miniserie noruega.<p></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 24px;">Amoral porque todo lo que cuenta rebasa con fuerza los límites establecidos de la moralidad. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 24px;">Burra porque no tiene tapujos a la hora de narrar. Adiós a los políticamente correcto. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 24px;">Sexo, putas, machismo, abusos, drogas… Todo tiene cabida en una serie que narra la vida de 4 hombres demasiado ricos. Sí, se puede ser demasiado rico. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 24px;">Empiezas la serie sabiendo de antemano que está basada en las entrevistas realizadas a un grupo de ricos noruegos, corredores de bolsa de éxito. Triunfadores. Y ese hecho, el de la realidad en que se basa, duele a los 10 minutos del primer capítulo. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 24px;">Duelen sus casas, sus coches y, sobre todo, sus desmesurados vicios. Pero duele más, permítanme la reiteración, su visión de la vida, de las cosas, de las personas.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 24px;">Para ellos, pobres hombres ricos, todo a su alrededor son objetos con los que jugar. Juegan a ser esposos, padres de familia y empresarios. La vida es un tablero en que ellos cambian las reglas que no les gustan. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 24px;">Solo encuentran la felicidad estando juntos los cuatro, y, ¿Qué hacen para ser felices? Drogas, alcohol y putas. Muchas drogas, mucho alcohol y muchas putas. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 24px;">Triunfadores aburridos que buscan una salida a sus rutina y la encuentran pisoteando uno por uno los límites de la decencia.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 24px;"> Øystein Karlsen, director y coguionista, relata lo que cuatro hombres de negocios le contaron. Eso sí, lo hace sin dar ningún rodeo, directo al corazón de quien visiona la serie que siente, capitulo a capitulo, un dolor nauseabundo.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 24px;">El resultado es una serie absolutamente salvaje que te arranca, y aún no consigo explicármelo, bastantes carcajadas mientras deja en ti un poso de desasosiego por lo que somos. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 24px;">Porque, pese a que huye de manera consciente de lo políticamente correcto, eso no lo voy a negar, al final refleja una sociedad que es, que somos. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 24px;">Refleja una imagen nada idílica de ser humano en la que somos seres pero hemos perdido toda la humanidad. Egoístas, engreídos y altaneros, estos cuatros poderosos se burlan de todos los que les rodean desde un pedestal en el que les han subido, la mayor parte de las veces, aquellos mismos que más tarde son foco de su despotismo.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 24px;">La visión de la mujer, de sus empleados o de sus propios hijos te arrastra hacia un abismo del que quieres huir, por eso te tapas los ojos en demasiadas escenas. Y, aún así, te enganchas a EXIT como si fuese la misma droga que ellos consumen. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 24px;">Hombres intensamente ricos jugando a ser mucho más que dioses. Imponen las reglas. Marcan las pautas. Cada salvajada, y os aseguro que la primera es tan fuerte que te tiemblas al verla, es infinitamente menor que la vendrá. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 24px;">Y se te queda mal cuerpo. Sí. Muy mal cuerpo. Porque tras cada una de estas “travesuras” hay unas terribles consecuencias que parecen no ir con ellos. Tras el abuso no se atisba el mínimo arrepentimiento. Todo es soberbia. No hay dolor sino prepotencia. No hay malestar sino chulería. Todo tiene un precio y ellos tienen el dinero suficiente para pagarlo. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 24px;">Y esto que os cuento está basado en hecho reales. Tan reales que una se pregunta cuánta gente poderosa actuará así y se contesta, resignada, que muchos más de los que pensamos. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 24px;">Acabemos con esta lacra de la sociedad y hagamos como Karlsen: denunciar sin miedo cualquier tipo de abuso, y ahora no hablo solo de hombres ricos, para alejarnos de estos comportamientos que, desgraciadamente, se dan cada día a nuestro alrededor. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm 0cm 0cm 35.4pt;"><i><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 24px;">—¿Por qué lo he hecho? <o:p></o:p></span></i></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm 0cm 0cm 35.4pt;"><i><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 24px;">—Porque te lo podías permitir. <o:p></o:p></span></i></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 24px;">Luchemos para que nunca nadie, sea quien sea, se lo pueda permitir. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm 0cm 0cm 35.4pt; text-indent: 35.4pt;"><i><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 24px;"> </span></i></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm;"><i><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 24px;">(La serie está disponible en la plataforma Filmin y la componen 8 episodios de 35 minutos de duración) <o:p></o:p></span></i></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm;"><i><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 24px;"> </span></i></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 24px;"> </span></p>RitaPiedrafitahttp://www.blogger.com/profile/18090061839151448436noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-1864133293700442881.post-86741977499615040812022-02-07T21:45:00.023+01:002022-02-07T21:57:09.762+01:00Planeta, de Susana Martín Gijón. El auge de la novela negra española. <p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhtkp6vMSypFONPwXqAVImAyogomS00gAF0chSY7RArZ6ANA_mns6IGdEAfX_n7_i3WF3zow-gSTfm_ymFkWOHvESr3TiqRPU4wj615Vvfm8butVFVEyPzVpNfUeVDtp6W5dU4wLzdmG89NIKscKscSJlV79tXMPelYQDfNbwND1G0uapIaayQ_QgySgA=s2377" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="reseña de la obra Planeta de Susana Martin gijon" border="0" data-original-height="2377" data-original-width="1500" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhtkp6vMSypFONPwXqAVImAyogomS00gAF0chSY7RArZ6ANA_mns6IGdEAfX_n7_i3WF3zow-gSTfm_ymFkWOHvESr3TiqRPU4wj615Vvfm8butVFVEyPzVpNfUeVDtp6W5dU4wLzdmG89NIKscKscSJlV79tXMPelYQDfNbwND1G0uapIaayQ_QgySgA=w253-h400" title="Reseña de planeta" width="253" /></a></div><br /><span face="Calibri, sans-serif" style="text-align: justify;"><br /></span><p></p><p><span></span></p><a name='more'></a><span face="Calibri, sans-serif" style="text-align: justify;"><br /></span><p></p><p><span style="font-family: arial;"><span style="text-align: justify;">Si alguien me dijese “Rita, recomiéndame un libro que me quite horitas de sueño, de esos que no puedes dejar de leer” no dudaría: recomendaría</span><span style="text-align: justify;"> </span><i style="text-align: justify;">Planeta </i><span style="text-align: justify;">de Susana Martín Gijón.</span><span style="text-align: justify;"> </span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"> No es nuevo que me encanta la novela negra española, que tiene unos niveles equiparables a otros países que normalmente ensalzamos. No es nuevo que me gusta la novela negra española escrita por mujeres. Creo que apuntan con finura hacia la denuncia social, y eso es algo que agradezco mucho en la lectura. No es nuevo, me repito, que me gusta la obra de Susana Martín Gijón, y esta vez no iba a ser menos. Al contrario, es más. <i>Planeta </i>es, sin ninguna duda, la novela de Susana que más me ha gustado, por diferentes motivos que intentaré explicar.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"> Primero, brevemente, que no me gusta mucho detenerme en cosas que puedes investigar en segundos en la web, la trama. En un campo de golf de una Sevilla extraña ahogada por la lluvia, aparece el cadáver de una mujer, mutilada de pies y enterrada de pie en la tierra, lo que da pie a movilizar al grupo de homicidios que dirige Camino Vargas y a pensar, en pocos segundos, en <i>Especie</i>, la anterior obra de Martín Gijón.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"> Y ahí, en ese primer crimen ideado por la autora, empiezo a amar la obra. Me gustan mucho los asesinatos que esta escritora propone, siempre dando con fuerza un paso a delante. Una mujer mutilada de pies… En la obra de Susana hasta la forma de matar sobrecoge, invita a pensar. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"> Hila fino la trama presentado al lector en el planteamiento no solo un crimen sino también un despliegue de conflictos sociales, de problemas personales, de vidas de cuento que ya no lo son. Trabaja, y esto tampoco es nuevo, de manera magistral no solo cada personaje sino también las circunstancias emocionales que le rodean. De ahí la fuerza de protagonistas y secundarios. Porque en Planeta, los personajes secundarios inundan el corazón del lector, casi más que los propios protagonistas. Y eso, teniendo a Camino Vargas como jefa, se me antoja muy difícil.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"> Desdobla la trama en dos, qué valiente eres Susana, trasladando crímenes e investigación también a Italia. Camino- Bárbara, una pareja de ases con todas las papeletas para hacerte amar la lectura. Así, a caballo entre la investigación en una Sevilla donde la lluvia acaba siendo un personaje más, e Italia te guía en una trama llena de caminos que te impide dejar el libro. Solo uno más y lo cierro, ¿te suena? Usa la escritora un estudiado capitulo corto para frenar un ritmo acelerado, que te permite tomar aire incitándote a atacar las siguientes páginas. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"> Ese ritmo frenético y ese capitulo corto no impide a la autora sellar la obra con su marca personal, la denuncia social. Desde el título hasta el punto final Susana Martín Gijón hace hincapié en el desgaste inusual que le estamos dando al planeta. Por eso llueve en Sevilla, para gritarte a ti lector: ¡Reacciona! Y no sé que pasará cuando tu lo leas, que estoy segura de que lo vas a leer, pero yo me he sentido muy identificada con la lucha de la escritora. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"> Y aparte de esos crímenes selectos, o de sus escenarios tan curiosos como cuidados, con la amplitud suficiente para el lector se pasee por ellos en su imaginación, la prosa de Martín Gijón sigue siendo impecable. Un leguaje ágil y directo que no olvida los recursos literarios y que roza la poética en determinados momentos. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: arial;">Susana Martín Gijón ha logrado atraparme, seducirme, y concienciarme, pero por encima de todo eso ha conseguido que crea firmemente que sus personajes son tan reales que pueden ser mis vecinos, con sus aciertos y sus fallos. Con sus vidas duras que sacar adelante. Camino y Paco, fuertes pero vulnerables, acaparan el protagonismo, pero quien lee deja escapar alguna sonrisa con secundarios que conmueven el alma, como Sam o la novia de Fito.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: arial;">¿Qué mas puedo decir? Busca la negra pelota de golf teñida en sangre y léela. No te va a defraudar. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: arial;">PD: Espero ansiosa una nueva obra de esta autora. Si, lo sé, esta acaba de salir, pero…<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"> <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"> </span><span face="Calibri, sans-serif"><o:p></o:p></span></p>RitaPiedrafitahttp://www.blogger.com/profile/18090061839151448436noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1864133293700442881.post-73094740499262133762022-01-30T11:36:00.003+01:002023-07-22T17:13:04.214+02:00Crédito, relato ganador del V concurso de relato corto Biblioteca de Villanúa <p></p><p><br /></p><p><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgE_ETijOVzyqmkUcOgvGSUEOXyyHssR1gHe_-GYQisRj2ERGJzr4J9qfvD_NJ3fv9O7ZNv5JtfFBWfK1uylMOs0BWe3lZRoILYMfdiVa0JEqNOPDVdbygjN1maJPSoPS-j1FU_QDUwsQdcLhUFqUiXrTqp_i9NwAav4dxb5pN0lVaCiucNDpBcK3KFEw=s1527" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="630" data-original-width="1527" height="165" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgE_ETijOVzyqmkUcOgvGSUEOXyyHssR1gHe_-GYQisRj2ERGJzr4J9qfvD_NJ3fv9O7ZNv5JtfFBWfK1uylMOs0BWe3lZRoILYMfdiVa0JEqNOPDVdbygjN1maJPSoPS-j1FU_QDUwsQdcLhUFqUiXrTqp_i9NwAav4dxb5pN0lVaCiucNDpBcK3KFEw=w400-h165" width="400" /></a></div><br /><p><br /></p><p><br /></p><p><span face=""Arial Nova", sans-serif" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 14pt; text-align: justify;">Título: Crédito </span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 29.333336px; margin: 0cm; text-align: justify;"><span face=""Arial Nova", sans-serif" style="font-size: 14pt; line-height: 37.333332px;">Pseudónimo: América Exprés <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 29.333336px; margin: 0cm; text-align: justify;"><span></span></p><a name='more'></a><span face=""Arial Nova", sans-serif" style="font-size: 14pt; line-height: 37.333332px;"><br /></span><p></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face=""Arial Nova", sans-serif" style="font-size: 14pt; line-height: 28px;">El porqué reservé en un restaurante de lujo cuya cuenta no podía pagar es algo que nunca sabremos. El exceso de copas, platos y cubiertos me pone nerviosa. Madre me mira complacida, qué bonito, Hija. Padre no. Padre entró en el mundo de élite por la puerta de atrás y desde entonces analiza todo por encima de hombro ajeno. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face=""Arial Nova", sans-serif" style="font-size: 14pt; line-height: 28px;">Va a venir Carlos, digo con falsa mueca. Y, pese a la sorpresa de todos, incluida yo, Carlos viene. Es más guapo que en su foto de perfil de la app. La primera vez que Padre y Madre le ven, la primera vez que yo le veo.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face=""Arial Nova", sans-serif" style="font-size: 14pt; line-height: 28px;">Se sienta encopetado tras saludar con protocolo a mis padres. Vaya, pienso, seguro que Carlos sí puede pagar esta cuenta. Y comienza, como miembro antiguo de familia rancia, una aburrida conversación sobre valores de mercado. A Padre le encanta. Le gusta tanto que finge entender de lo que habla dándose una importancia intelectual que no posee. Es lo que tienen las puertas de atrás, que te sitúan en el lugar correcto con las cualidades equivocadas. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face=""Arial Nova", sans-serif" style="font-size: 14pt; line-height: 28px;">Carlos habla de mí como si me conociera. Está compartiendo con mis padres facetas que no he desvelado al concertar esta cita. Me ha investigado. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face=""Arial Nova", sans-serif" style="font-size: 14pt; line-height: 28px;">Toqueteo el tenedor de manera compulsiva mientras escucho. Soy como Padre, no entiendo nada y finjo poses que no me corresponden. Su mano en mi muslo y mi respingo. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face=""Arial Nova", sans-serif" style="font-size: 14pt; line-height: 28px;">Madre nota mi tensión y aprieta levemente mis dedos. Madre presiona la mano, Carlos la parte alta de mi pierna. Demasiado empuje para un cuerpo tan frágil como el mío. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face=""Arial Nova", sans-serif" style="font-size: 14pt; line-height: 28px;">Decido mirar la carta. Más presión. El menú degustación es de ciento ochenta y cinco euros por persona. Comento esperanzada que hay demasiados platos. Son de poquito, su sonrisa me atraviesa. La de Padre me recuerda que, una vez más, me he equivocado.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face=""Arial Nova", sans-serif" style="font-size: 14pt; line-height: 28px;">¡Ah! Pues sí son poquito, digo, pagar el sueldo de un mes por no comer, pienso. ¿Desde cuándo os conocéis?, dice, un par de años, contesta, en ese cóctel, añado. ¿Vivís juntos?, sorprendida. No, pero viviremos, ahora la sorprendida soy yo. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face=""Arial Nova", sans-serif" style="font-size: 14pt; line-height: 28px;">Mantiene la conversación con naturalidad mientras su mano oprime de nuevo mi muslo. Me mira divertido al tiempo que saca un brillante y cursi sobre beige. Para eso esta comida, digo. He decido seguir la corriente. Jugar al lujo y al futuro perfecto por un día no está tan mal. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face=""Arial Nova", sans-serif" style="font-size: 14pt; line-height: 28px;">Extiende el sobre hacia Padre pidiéndole, no sin cierta sobreactuación, la mano de su hija. Toma ya. El roce de su mano en mi pierna me da el impulso necesario. Perdonad la tardanza, me excuso, queríamos estar seguros. Esta buenísimo todo, ciento ochenta y cinco por cuatro más el vino. Resisto la tentación de mirar el wallet en el móvil. Ya está hecho. Me caso, digo besando su mejilla, conmigo, responde. Con Madre feliz y Padre receloso llegamos a los postres y al champán, ciento ochenta y cinco por cuatro, más el vino, el café y el espumoso. Un sueldo entero bien vale la fortuna del momento. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face=""Arial Nova", sans-serif" style="font-size: 14pt; line-height: 28px;">Es la hora, debemos apresurarnos para no llegar tarde, querida. Tenemos mucho que preparar. Padre saca la cartera, hace gesto de pagar. Mi mano le frena. Deja, papá, hoy pago yo, digo posando la negrura de mi visa sobre la bandeja de plata del Savoine.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face=""Arial Nova", sans-serif" style="font-size: 14pt; line-height: 28px;">Hoy, 21 de diciembre, comienza lo que será, sin duda, un invierno muy extraño.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm; text-align: justify;"><span face=""Arial Nova", sans-serif" style="font-size: 14pt; line-height: 28px;"> <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm; text-align: justify;"><span face=""Arial Nova", sans-serif" style="font-size: 14pt; line-height: 28px;">Un texto de Rita Piedrafita Tremosa </span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 24px;"> </span></p>RitaPiedrafitahttp://www.blogger.com/profile/18090061839151448436noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1864133293700442881.post-71037143367089813532022-01-23T20:10:00.000+01:002022-01-23T20:10:02.121+01:00 Succession, poderoso caballero…<p><br /></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 32px; margin: 0cm;"><span style="font-family: "Arial Nova", sans-serif;"> <table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhrf5c1pHFQVzlScKQMBnK4PY5mYmp_GtDTzKKul4nMN1qs1nNbnBmjuaGkZ_TqVB3cllxlGX_w2g8pkdLPBh6Ulj-dlSl_zI9fP2v5c_BtDPnuoE11_pST82z4FLriy-XOmE6bheJ59C2aJ7315aa5MJCjgP0hIPJ1inWlmH8ILZTfLCVxkGnJYMkPLg=s1920" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="foto de familia Roy serie Succession" border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1920" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhrf5c1pHFQVzlScKQMBnK4PY5mYmp_GtDTzKKul4nMN1qs1nNbnBmjuaGkZ_TqVB3cllxlGX_w2g8pkdLPBh6Ulj-dlSl_zI9fP2v5c_BtDPnuoE11_pST82z4FLriy-XOmE6bheJ59C2aJ7315aa5MJCjgP0hIPJ1inWlmH8ILZTfLCVxkGnJYMkPLg=w400-h225" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><br />Succession</td></tr></tbody></table><br /><span></span></span></p><a name='more'></a><p></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 32px; margin: 0cm;"><span style="font-family: "Arial Nova", sans-serif;">Me he picado, lo reconozco. Me he enganchado tanto a esta serie que aquí estoy, trayendo al blog una tragicomedia que no es un libro. Alguna relación guarda, si las has visto o nada que indagues un poquito en la red, veras que Shakespeare y Succession van de la mano. Sí, no le faltan motivos a quien une ambos nombres. Es Succession una lucha de poder, un desfile de tiranos y conspiradores. Tiene también algo de mitología griega, pues nos muestra un Cronos moderno, que comerse a sus hijos, así, de manera literal no, que estamos ya en el XXI y determinadas salvajadas están mal vistas. Comérselos, os decía, no, pero devorarlos…Eso ya es otro cantar. No le tiembla a Mr. Roy el pulso a la hora de marcar quién es quién en su empresa. Aunque de un zarpazo arañe cruelmente a uno de los suyos.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 32px; margin: 0cm;"><span style="font-family: "Arial Nova", sans-serif;"> La serie, como su título indica, es la lucha por la sucesión de Logan Roy, dueño de uno de los conglomerados mediáticos y de entretenimiento más fuertes del país. Son poderosos y extremadamente ricos. ¿O debí escribir asquerosamente ricos?<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 32px; margin: 0cm;"><span style="font-family: "Arial Nova", sans-serif;"> Lo que empieza con cierto aire “Dinastía” se aleja cada capítulo del formato culebrón a través de unos diálogos tan crueles como inteligentes. Succession es un éxito por sus actores, tremendos cada uno en su papel, pero también por el fiel reflejo de una sociedad que desde tiempos de Shakespeare no evoluciona. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 32px; margin: 0cm;"><span style="font-family: "Arial Nova", sans-serif;"> Cada uno de los componentes de la familia Roy recibe su parte del maltrato por parte de un padre rastrero que siente pánico en la cesión de un gramo de su poder, pero lejos de quedarse de brazos cruzados, cada uno de ellos lucha por golpear duro a quién tiene al lado. Sea su hermano, un trabajador intachable de la empresa o su propio padre.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 32px; margin: 0cm;"><span style="font-family: "Arial Nova", sans-serif;"> La evolución de los personajes a lo largo del metraje es inmensa, y en esto, literatura y audiovisual se unen. ¡Qué importante es crear personajes que capten al lector/espectador para que desee seguir enganchado a la trama!<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 32px; margin: 0cm;"><span style="font-family: "Arial Nova", sans-serif;"> Y son esos personajes los que te guían en una apasionante lucha de poder que retrata y define muy bien al ser humano. Y no solo es cosa de ricos, es evidente que la serie pone el foco en ese 1% de la población que es excéntricamente rica, sino de los que aspiran a serlo. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 32px; margin: 0cm;"><span style="font-family: "Arial Nova", sans-serif;"> Y entre ellos, protagonistas y secundarios, una nueva diosa que llega a mi pantalla para cautivarme: Sarah Snook en su papel de Siobhan Roy. La mujer, hija también del magante, que lucha por conseguir no sé si tanto su parte del pastel como la aprobación de su padre. Mujer en un mundo de hombres. Decidida, inteligente, fuerte y mucho más sensata que sus hermanos y, pese a todo eso, tiene que trabajar más. Debe esquivar balas que se acercan para fulminarla. ¿Llegará a conseguir la tan ansiada sucesión? No lo sé, pero sí sé que cada capitulo recapacito sobre lo que es ser mujer en un mundo de hombres y quiero seguir viendo para averiguar qué le depara el futuro a mi admirada Shiv. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 32px; margin: 0cm;"><span style="font-family: "Arial Nova", sans-serif;"> Es la primera que os traigo la reseña de una serie, y quién sabe, quizá alterne a partir de ahora o tal vez no. Pero yo hoy no me iba yo a la cama sin compartir mi amor por Sucession. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 32px; margin: 0cm;"><span style="font-family: "Arial Nova", sans-serif;">Serie de 3 temporadas, de momento, en HBO MAX.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 32px; margin: 0cm;"><span style="font-family: "Arial Nova", sans-serif;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 32px; margin: 0cm;"><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgefCswv3i1Cy7EH8CWOd5HSbO-v_yUB-whRn84YZPQYRRgiQ16q98oErwG_AxMJinG-6TO6-J1bOIBJgKrDV9TWoFiybXnK00Rd8998rr-wblk1FJGRHTZog6YrDIF-a7PvwjkRtR3Lfn8TM2tjTxprNoMVvIpMxkVw1MtD8KDrgRgQ-6fuk17wqE3GA=s590" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="Sara Snook como Shiv Roy" border="0" data-original-height="350" data-original-width="590" height="238" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgefCswv3i1Cy7EH8CWOd5HSbO-v_yUB-whRn84YZPQYRRgiQ16q98oErwG_AxMJinG-6TO6-J1bOIBJgKrDV9TWoFiybXnK00Rd8998rr-wblk1FJGRHTZog6YrDIF-a7PvwjkRtR3Lfn8TM2tjTxprNoMVvIpMxkVw1MtD8KDrgRgQ-6fuk17wqE3GA=w400-h238" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><br /><br /></td></tr></tbody></table><br /><span style="font-family: "Arial Nova", sans-serif;"><br /></span></p>RitaPiedrafitahttp://www.blogger.com/profile/18090061839151448436noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1864133293700442881.post-72253928792927107432021-12-31T08:13:00.005+01:002021-12-31T08:33:54.079+01:00Hoy, 31 de diciembre de 2299<p> <span face="Arial, sans-serif" style="-webkit-text-size-adjust: auto; text-align: justify;"> </span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhwO-nB1A7sxLBMSHzhHM1_uASdUZNkdC8vPqnNXAfZKjCsv55lfkc7Y8msIOm3JvO7nL9bn-I3WxAVvYfVWu97MmHYTyfV6S4GmARHNztgglEBIv5PQa9yDF0Mf-zGQn8xP12GRgSHK_6aVoX6YK6ZccUEtRNIAtHJtBp2sG8B78lY15SPPpIo9s0tiw=s750" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Inteligencia artificial corazón" border="0" data-original-height="463" data-original-width="750" height="248" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhwO-nB1A7sxLBMSHzhHM1_uASdUZNkdC8vPqnNXAfZKjCsv55lfkc7Y8msIOm3JvO7nL9bn-I3WxAVvYfVWu97MmHYTyfV6S4GmARHNztgglEBIv5PQa9yDF0Mf-zGQn8xP12GRgSHK_6aVoX6YK6ZccUEtRNIAtHJtBp2sG8B78lY15SPPpIo9s0tiw=w400-h248" width="400" /></a></div><p></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 32px; margin: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif">¿Hace cuantos años que murió la navidad? Debió ocurrir tras el tercer aislamiento global, allá por el 2210. Tras ese apagón no volvimos a convivir. A vivir sí, que ahora la vida dura doscientos años en el peor de los casos, pero convivir. Zas. Se acabó. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 32px; margin: 0cm; text-align: justify;"><span></span><span></span></p><a name='more'></a><p></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 32px; margin: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"> Es curioso como la inmensa mayoría de la gente se adaptó a no verse. Diría que alguno hasta se alegró. Hoy, 31 de diciembre del año 2299 cenamos cada uno en su casa bajo la intensa supervisión de <i>El Poder</i>. Ya no hay mesas adornadas en las que sentarse, ni corderos que llenen hornos. ¡Qué poco recuerdo yo de aquella época! Apenas era un niño. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 32px; margin: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"> Consigo imaginarla gracias a un viejo álbum digital que la abuela me dio de niño. “Nunca dejes de celebrar la Navidad” me dijo mientras deslizaba a escondidas el caduco artilugio bajo mi almohada. Leves reminiscencias pasajeras. Un mesa grande, pequeños aros de madera con platillos de sonido estridente, ruidosos silbatos de plástico y comida, mucha comida. Cuánto bailamos en aquella cena. Al día siguiente se la llevaron.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 32px; margin: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"> Y dejamos de celebrar la Navidad. Zas. Se acabó. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 32px; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif">Hoy, tras bajar con suavidad las persianas de la sala, Anna K. ha insinuado algo de un foie micuit de estraperlo en los limites de la franja. Le he mirado sorprendido y, en seguida, ha puesto música…<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 32px; margin: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"> </span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 32px; margin: 0cm 0cm 0cm 70.8pt; text-align: justify;"><i><span face="Arial, sans-serif" lang="EN-US">Last Christmas, I gave you my heart<o:p></o:p></span></i></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 32px; margin: 0cm 0cm 0cm 70.8pt; text-align: justify;"><i><span face="Arial, sans-serif" lang="EN-US">But the very next day, you gave it away<o:p></o:p></span></i></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 32px; margin: 0cm 0cm 0cm 70.8pt; text-align: justify;"><i><span face="Arial, sans-serif" lang="EN-US">This year, to save me from tears<o:p></o:p></span></i></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 32px; margin: 0cm 0cm 0cm 70.8pt; text-align: justify;"><i><span face="Arial, sans-serif" lang="EN-US">I'll give it to someone special<o:p></o:p></span></i></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 32px; margin: 0cm 0cm 0cm 70.8pt; text-align: justify;"><i><span face="Arial, sans-serif" lang="EN-US"> </span></i></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 32px; margin: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"> </span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 32px; margin: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif">—Anna K., quita eso, no sigas por ese camino.— ¿Qué mosca le ha picado?<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 32px; margin: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif">¡Menuda mañana me ha dado! Yo intentaba cuadrar el menú para uno de esta noche, y ella venga a hablar de nostalgias olvidadas ya por todos. “Nueva lista de la compra, Anna K.: cápsulas de cangrejo con píldoras de marisco, lingote de solomillo, medio cuadrante de turrón de yema y vino en polvo. Lo envías a <i>Amazon Prime Christmas</i>, a ver si puede llegar antes de la comunicación 31/12 de El Poder”. ¡Y se ha negado! Que si turrón, que si cava, que si vino de contrabando, que sí matasuegras, ¡a saber qué es eso!, que si 12 uvas. Dale que te pego, pego que te dale. Le he tenido que recordar, y me ha dolido porque la<span style="color: #70ad47;"> </span>aprecio, que solo es una IAM y que la función de una Inteligencia Artificial Mejorada no es otra que la de obedecer y complacer, no la de hacerme recordar las últimas navidades en casa de mi abuela. Solo nos faltaba eso. No podemos los humanos permitirles a las IAMs ciertas licencias.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 32px; margin: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"> Aquí estoy, repasando el arcaico artefacto lleno de fotos antiguas mientras escucho el mantra <i>Happy Up</i> de hoy. Nos reíamos mucho, eso sé ve. Éramos más felices. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 32px; margin: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif">—Mira está, Anna K. Mis padres. Qué brillo es sus ojos.— ¿Cómo estarán?, me pregunto mientras trato de recordar la última vez que conecté con ellos. —Anna K. llama a Padre y Madre, a ver si siguen vivos.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 32px; margin: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif">—¿Les felicito el año Nuevo? —Qué pesadilla de IAM.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 32px; margin: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif">—No Anna K, no. Te comunicas con ambos habitáculos e indagas si están bien, sin más.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 32px; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif">Menudo día lleva. Mira la abuela, qué guapa era. Y aquí mis hermanos, tenía tres, ¿qué habrá sido de ellos? Tras el tercer aislamiento pocos volvieron a relacionarse con alguien. Aislarse es nuestra normalidad. Hace años que no existen colegios, ni oficinas, ni comercios, ni hospitales. “SaludTV, buenos días, ¿en qué puedo ayudarle?” Todo sucede a través de la <i>extrared</i> comunitaria. No necesitamos contactos que propaguen enfermedades. Las solitarias calles de las ciudades están tristes y oscuras, pero es mucho mejor así. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 32px; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif">—¿Recuerdas al abuelo, Anna K.? Nunca se repuso tras el porteo de la abuela. Murió dos días después de su ocultación definitiva. Solo ella se permitía el lujo de celebrar la Nochevieja tras el tercer apagón. Y le avisaron, hablaron con ella mil veces, pero ella insistía en que <i>El poder</i> nunca lo prohibió. “Fuimos los humanos quienes sentimos el miedo a tocarnos. Elegimos no enfermar. Nos quedamos con la sana frialdad de las IAMs” <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 32px; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif">Y ahora fíjate, yo sin ganas de fiesta y Anna K. hablándome de árboles decorados con lucecitas de colores. ¿Qué demonios le ha pasado?<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 32px; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif">Qué entusiasmo ponías, yayeta. Con qué amor preparabas una mesa repleta de antigüedades hoy inservibles; platos de porcelana y extraños cubiertos de plata. ¡Y rarísimos vasos de cristal! Luego, tras la cena, repartías curiosos juguetes predigitales envueltos en papeles de colores chillones. Ay, qué bonito era todo cada 31 de diciembre en tu casa. A la mañana siguiente, todo volvía a la nueva normalidad. Zas. Se acabó.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 32px; margin: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif">¿Será verdad que <i>El poder</i> nunca lo prohibió?<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 32px; margin: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif">—Anna K.— Susurro a duras penas con un enorme nudo en la garganta. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 32px; margin: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif">—Dime, jefe. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 32px; margin: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif">—Consigue ese micuit de estraperlo, marisco, cava, y algún trasto de esos que hacían tanto ruido. ¡Anota vino, mucho vino! Y convoca a Padre y Madre, localiza a mis hermanos y averigua si tengo algún sobrino, algún niño tendrá que ocuparse de alegrar la velada con sus trastadas. Les invitas a venir justo antes de la comunicación 31/12. Enviaremos un <i>Amazon Prime Uber</i> a recogerles. ¡Vamos a volver a celebrar el fin de año! <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 32px; margin: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif">Zas. Comenzó.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 32px; margin: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 32px; margin: 0cm; text-align: justify;"><strong style="-webkit-text-size-adjust: 100%; border: 0px; caret-color: rgb(7, 7, 7); color: #070707; font-family: "Noto Serif", serif; font-size: 18px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-align: start; vertical-align: baseline;">#cuentosdeNavidad</strong></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 32px; margin: 0cm; text-align: justify;"><strong style="-webkit-text-size-adjust: 100%; border: 0px; caret-color: rgb(7, 7, 7); color: #070707; font-family: "Noto Serif", serif; font-size: 18px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-align: start; vertical-align: baseline;"><br /></strong></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 32px; margin: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"> </span></p>RitaPiedrafitahttp://www.blogger.com/profile/18090061839151448436noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-1864133293700442881.post-78355763877967462772021-11-10T00:29:00.006+01:002022-01-23T20:54:07.116+01:00Lo que no cuentan los muertos, la madurez de la escritura de Inés Plana <p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-XcImSR9MiTo/YYsDiBT_P2I/AAAAAAAAHUc/m06lPd3u9qMvJJJmaZaUeWMb-Hn5Jj3CACLcBGAsYHQ/s2048/3EE92CB6-CB25-434A-BFD5-FE9BC54E2ADD.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1448" data-original-width="2048" height="283" src="https://1.bp.blogspot.com/-XcImSR9MiTo/YYsDiBT_P2I/AAAAAAAAHUc/m06lPd3u9qMvJJJmaZaUeWMb-Hn5Jj3CACLcBGAsYHQ/w400-h283/3EE92CB6-CB25-434A-BFD5-FE9BC54E2ADD.jpeg" width="400" /></a></div><br /> <span><br /><br /><br /></span><span><a name='more'></a></span><p></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif">Lo que no cuentan los muertos<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif"> </span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif">Hay veces que no sé, lo confieso, como empezar una reseña. Hoy es una de esas veces. ¿Empiezo contando el placer supremo que supone leer lo último de Inés Plana o mejor hablando de lo que supone ver tu nombre una y otra vez entre esas líneas? Siempre es una delicia leer a Inés Plana, empezaré por aquí, y más sabiendo que es su novela más ambiciosa. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif">El secuestro de Rita Marí (sí, lo sé, Rita, ¿no es maravilloso?) es la excusa que utiliza esta vez Plana para dotar de vida a su elenco de personajes complejos, sufridores y a veces desambientados. Inés Plana utiliza la novela negra para transmitir al lector que el mundo es desasosiego. A veces se es feliz, otras no y otras, la mayoría hay un hilo de luz que nos muestra el camino de la esperanza. Y eso precisamente refleja “Lo que no cuentan los muertos”. Ese sí pero no, pero tal vez sí. Y eso, precisamente, es lo que me gusta de esta autora empeñada en superar, novela tras novela, su propio estilo pero siempre sin perder su identidad. La identidad de una autora luchadora, crítica y, sobre todas las cosas, buscadora de justicia. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif">Por eso no todo es dulzura en las novelas de esta escritora que relata entre crímenes despiadados huecos de humanidad. Y es en esos huecos en los que a mí, como lectora, me gusta hurgar. Huecos que me muestran seres humanos. Huecos para observar la vida detenida desde el otro lado de la página. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif">“Lo que no cuentan los muertos” es una obra madura, mucho más que las anteriores, en las que la autora vuelca todo el aprendizaje de las lecturas que bebe, las novelas negras más clásicas. Tresser, nuestro querido investigador preferido, evoluciona de manera espectacular con respecto a su primera aparición en “<a href="https://www.palabrasencadena.com/2018/01/resena-morir-no-es-lo-que-mas-duele-un.html" rel="nofollow" target="_blank">Morir no es lo que más duele</a>” (Enlace a reseña) y eso honra, y mucho, a Plana. Esa capacidad de maduración de personajes. Ese hacerlos crecer como personas con el tiempo. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif">Nos presenta Inés en esta tercera entrega de la saga, una novela negra en la que algo cambia dentro del estilo narrativo, la criminalística toma el poder del protagonismo. El proceso de investigación de este secuestro está minuciosamente documentado. Conocemos a Amanda, especialista en elaborar perfiles criminales y encargada en parte, en <i>petit comité</i> te lo cuento, de la evolución de Tresser. De ella aprende y mucho, a lo largo de la trama. De ella aprendemos todos. Este personaje nos muestra nuevos aspectos de la investigación actual. Nos mete en el interrogatorio. Multiplica nuestra atención en la escena. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif">Pero “Lo que no cuentan los muertos” es, como siempre en Inés Plana, mucho más que un secuestro, porque hay una y mil cosas que una investigación no puede contarnos. Y son actos que están ahí, a nuestro alrededor. Son los hechos que no cuentan los muertos. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif">Os hablaba yo de un secuestro ficticio, algo chapucero… Pues la autora es más incisiva y nos recuerda horribles crímenes como el rapto de Anabel Segura, tan al azar y tan cruel al mismo tiempo. Y nos refleja no solo ese dolor por parte de las familias sino también el pensamiento frío y calculador de quienes planean todo. Cada personaje en esta obra enseña una faceta de la realidad, que tiene mil caras. Y en eso Inés Plana, pese a ofrecernos su obra mejor obra en cuanto a la forma narrativa es fiel a su “pongo el dedo en la llaga”.</span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif">Hay muchas historia dentro de este libro, todas ellas bien cerradas, bien narradas, bien hiladas. Todo un desfile de personajes con una vida detrás, con sus problemas, sus virtudes y sus defectos. Con sus aciertos y sus fallos.como nosotros, sin más. O sin menos. E Inés nos acerca poco a poco a ellos. A la nueva vida de Tresser y Luba. A una Fanny descompuesta y rota. A Coira. A Rita Marí. A Eduardo Molaro. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif">Por todo esto que os cuento supone siempre un placer leer a Inés Plana por la reflexión bajo la lectura, por el sufrimiento y porque en esta novela, he nadado tan profundo que he llegado a llorar. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif">Y por si fuera poco me firma la obra con un Te quiero, amiga. ¿Qué más puedo pedir?<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif"> </span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif"> <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif"> </span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif"> </span></p><p><span></span></p><!--more--><p></p>RitaPiedrafitahttp://www.blogger.com/profile/18090061839151448436noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-1864133293700442881.post-11764840649283643662021-11-01T12:38:00.003+01:002022-01-23T20:54:16.695+01:00A propósito de Pedro Páramo, aproximación a la novela <div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-Ij_XGwwo6Bs/YX_QJPrJhmI/AAAAAAAAHTw/vntz3h5hLGwR-PHYThbug-3ZH_1jfZVeACLcBGAsYHQ/s2048/862EBEE8-545E-4F40-9813-4DB07620E6B9.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Tres libros de Juan Rulfo en la edición de RM rojo, beige y verde. Obra completa edición 100 años de Rulfo." border="0" data-original-height="1536" data-original-width="2048" height="480" src="https://1.bp.blogspot.com/-Ij_XGwwo6Bs/YX_QJPrJhmI/AAAAAAAAHTw/vntz3h5hLGwR-PHYThbug-3ZH_1jfZVeACLcBGAsYHQ/w640-h480/862EBEE8-545E-4F40-9813-4DB07620E6B9.jpeg" title="Reseña de Pedro Páramo" width="640" /></a></div><br /><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm; text-align: justify;"><i><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 13pt; line-height: 26px;">Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo. Mi madre me lo dijo. Y yo le prometí que vendría a verlo en cuanto ella muriera. Le apreté sus manos en señal de que lo haría; pues ella estaba por morirse y yo en plan de prometerlo todo. «No dejes de ir a visitarlo —me recomendó—. Se llama de este modo y de este otro. Estoy segura de que le dará gusto conocerte». Entonces no pude hacer otra cosa sino decirle que así lo haría, y de tanto decírselo se lo seguí diciendo aun después que a mis manos les costó trabajo zafarse de sus manos muertas.<o:p></o:p></span></i></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm; text-align: justify;"><i><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 13pt; line-height: 26px;"> </span></i></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 13pt; line-height: 26px;">Es simplemente soberbio. Así arranca una de las mejores obras de la literatura universal, Pedro Páramo. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 13pt; line-height: 26px;">Confieso que es el libro que más veces he leído al igual que confieso que es solo mi segunda o tercera lectura favorita, pero reconozco que es la novela que más me aporta desde el punto de vista lector. Puedes leer 10 veces Pedro Páramo, sí, lectores míos, esta es la décima vez que la leo, y cada vez te aporta más. Supongo que porque partes de un bagaje que las primeras lecturas no tienes. «Me voy a fijar más en la figura del Padre Rentería» y entonces empiezas a leer. Con las ideas claras. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 13pt; line-height: 26px;">Qué pretende Rulfo a la hora de escribir Pedro Páramo es algo que no me gustaría saber. Prefiero elucubrar sus motivos. ¿Revolucionar la historia de la literatura latinoamericana? ¿Criticar a fondo un México, un mundo, injusto?¿Homenajear a las obras literarias universales? Me gusta pensar que todo eso y mucho más. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 13pt; line-height: 26px;">Juan Preciado transporta al lector a un inframundo, al más puro estilo “odiseico”, supongo que me acabo de inventar la palabra, y le lleva hasta allí con la intención de que se quede. Algo cambia en ti cuando lees este libro contado desde las tumbas de sus protagonistas por medio de soliloquios. Narrativas en voz alta. Monólogos que guían la trama. Unas voces que presentan a un horrible Pedro Páramo que domina tierra y política. Que subyuga a los habitantes de Comala con sus aires de señoritongo. Y lo hacen con un desorden perfectamente delimitado por personajes y escenarios. Comala verde, Pedro Páramo niño, Comala árida, Juan preciado buscando a su padre. Una estructura rota, casi caótica que sin embargo fluye en lectura. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 13pt; line-height: 26px;">Llega Preciado a Comala cuando el lector poco sabe de lo que ahí pasa y pasó. Cuando el propio narrador, qué grandeza hitchcockriana, poco sabe de lo que hay pasa…, y pasó. Y es un hijo, de los muchos que tiene, de Pedro Páramo el encargado de buscar a un padre avasallador que manejó a sus gentes a su antojo. Poderoso caballero. Y como lector conoces a personajes inolvidables, Susanna o el Padre Rentería, que interpreta la religión a su manera, o a la voz narrativa que más me gusta, Dorotea. Me imagino mientras leo a Juan y Dorotea acurrucados en su sepultura y pienso que volveré a leer Pedro Páramo una y otra vez. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 13pt; line-height: 26px;">Pese a que me encanta la crítica social de esta obra, me quedo con la forma. Con su no linealidad, con sus voces muertas, con Preciado y Dorotea, con sus fragmentos y sus escenarios. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 13pt; line-height: 26px;">Es la primera vez que reseño Pedro Páramo, respeto demasiado esta obra. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 13pt; line-height: 26px;">Espero que haya valido la pena. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 13pt; line-height: 26px;"> </span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 13pt; line-height: 26px;">*Gracias a todos y cada uno de vosotros que a diario me leéis, me comentáis, me preguntáis, me mandáis fotos de los libros que compráis porque os ha gustado mi reseña. Mil gracias. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 22px; margin: 0cm; text-align: justify;"><o:p> </o:p></p><span><a name='more'></a></span>RitaPiedrafitahttp://www.blogger.com/profile/18090061839151448436noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-1864133293700442881.post-12768434893898464652021-10-13T19:06:00.008+02:002021-10-13T19:19:42.197+02:00¿Programarías tu muerte a cambio de dinero?, reseña de "Deceso programado" de Miguel Ángel Toro<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://elhombrequecambiabalosmueblesdesitio.com/wp-content/uploads/2019/12/0.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /><br /></a><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-yku3Kb5p3YQ/YWcVIFTzYEI/AAAAAAAAHS4/lY92f9ufzogIWXoVXiqquRxm8tKnxadcgCLcBGAsYHQ/s938/Deceso%2B2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="840" data-original-width="938" height="359" src="https://1.bp.blogspot.com/-yku3Kb5p3YQ/YWcVIFTzYEI/AAAAAAAAHS4/lY92f9ufzogIWXoVXiqquRxm8tKnxadcgCLcBGAsYHQ/w400-h359/Deceso%2B2.jpg" width="400" /></a></div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><span><a name='more'></a></span><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial Nova",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial;">¿Qué pasaría si la población aumentase de tal
manera que fuera casi obligado recurrir a algún extraño método que provocase la
disminución de la misma? ¿Crees que sería viable programar tu propia muerte? ¿Elegirías
morir a cambio de programar tu propio deceso por dinero?<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial Nova",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial;">De esta premisa parte “Deceso programado” de <b>Miguel
Ángel Toro</b>. De esta posibilidad. Porque el autor, en esta obra escrita en
2014, te propone vender tu vida. Eduardo Clavero acepta, y al consentir, te
guía por la trama. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial Nova",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial;">Es este libro la primera novela del autor, que
ahora ya tiene una segunda en el mercado, “El sexo (no) lo es todo”, publicada también
por <b>Editorial Milenio</b>, y sorprende, y mucho, la frescura y fluidez de su
prosa. Deceso programado es de trama ágil y aparentemente sencilla, contada con
originalidad. Si una se para en la sinopsis diría de esta novela que es una
distopía en la que se nos muestra una manera de controlar la población en un
mundo sin guerras ni desastres naturales. La Ley Orgánica de Deceso Programado
que entra en vigor en el año 2030 y gracias a la cual una persona puede elegir
morir a cambio de dinero para algún familiar. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial Nova",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial;">Sin embargo, esta novela es mucho más. Aparentemente
sencilla, os dije. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial Nova",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial Nova",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial;">El autor, con una pluma diferente, no solo contribuye
a dar verosimilitud al argumento aportando leyes y disposiciones que envuelven
al lector de una necesaria realidad, sino que aprovecha para criticar a esas personas
que se creen dueñas del mundo. Esos seres superiores fabricantes de un poder
con el que juegan a ser dioses. ¿Cómo lo hace? Creando dos tramas, la que narra
la Ley de Deceso Programado, y una secundaria, que subyace, sobre las posibles consecuencias
de una manipulación política del virus de la Gripe A. Llega un momento en el
que al lector deja de importarle el tiempo narrativo. 2030, 2045, o 2021. Qué
más da. ¡Si Miguel Ángel Toro te está contando que Eduardo pide ser ejecutado a
cambio de dinero para que su esposa, enferma de alzhéimer, pueda recibir un
tratamiento decente! Y en ese momento está permitido. Y hoy, seamos realistas,
no. Pero…<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial Nova",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span face=""Arial Nova",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-mZ-lVAd550E/YWcT4oVHyTI/AAAAAAAAHSw/VTylADSNZY8di4ZnUoCqgpP7C8GQgxm5ACLcBGAsYHQ/s803/Deceso%2Bprogramado.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="803" data-original-width="474" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-mZ-lVAd550E/YWcT4oVHyTI/AAAAAAAAHSw/VTylADSNZY8di4ZnUoCqgpP7C8GQgxm5ACLcBGAsYHQ/s320/Deceso%2Bprogramado.jpg" width="189" /></a></span></div><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial Nova",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial;"><span face=""Arial Nova",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial;"><br /></span></span></p><span face=""Arial Nova",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial;">Vivimos rodeados de injusticias que programan unos
pocos, esos a los que lo único que parece importarles es su propio beneficio.
Quizá no recibamos dinero por nuestra muerte para mejorar la vida de nuestros allegados,
seguro que ninguna pandemia parte de laboratorios o gobiernos, pero si que
vemos cada día falsos dioses que manejan los hilos de nuestras vidas. Ahí está
el acierto de esta obra prima. En la reflexión que es esconde entre líneas. Y
por eso merece la pena leer Deceso Programado. Por eso y porque una se lo ha
pasado pipa con esta lectura. Ahí va mi recomendación de esta semana. ¿Te
apuntas? <o:p></o:p></span><p></p><p> Si quieres comprar esta novela sigue el enlace : <a href="https://amzn.to/3iWYcqO" rel="nofollow" target="_blank">Comprar Deceso Programado</a></p>RitaPiedrafitahttp://www.blogger.com/profile/18090061839151448436noreply@blogger.com0