“La finca de los Matsugae era muy famosa por su exhibición otoñal de hojas de arce, pero también lo era por sus flores de cerezo. Los cerezos y los pinos formaban las largas filas de árboles que flanqueaban la calzada, hasta la verja principal, en más de media milla. El mejor panorama se contemplaba desde el balcón del segundo piso de la casa occidental. Podía abarcarse de una sola mirada todos los cerezos en flor de la hacienda de los Matsugae. Algunos florecían a lo largo de la calzada, varios se hallaban entre los enormes gingko del jardín, otros rodeaban la pequeña loma donde había tenido lugar el ritual Otachimach de Kiyoaki, y unos pocos crecían en la colina más allá del estanque. Muchos observadores preferían este panorama a un despliegue abrumador de flores en un jardín.”

Pasaje: Mishima, Yukio. “Nieve de Primavera.” 



HANAMI (Japón ) 

Para los japoneses, la primavera está íntimamente asociada con la flor del cerezo, llamada Sakura en japonés. Tanto es así que en la cultura japonesa la floración del cerezo es desde hace siglos un evento nacional, en el cual los japoneses acuden en masa a parques y jardines de todo el país para celebrar en familia o con amigos durante una semana la llegada de los cerezos en flor, en una tradición a la que llaman Hanami (contemplar flores).

El Hanami fue originalmente una celebración imperial, que posteriormente, en la era Edo, se extendió también a la clase samurai y más tarde también al pueblo japonés. Las diferentes dinastías mantuvieron esta tradición por siglos, y algunos como el Shogun Tokugawa Yoshimune, gran entusiasta de la celebración, ordenó plantar cerezos por todo Japón para promover el hanami entre el pueblo.